El doctor Alejandro Berenguel, cardiólogo y responsable del programa de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital de Toledo, ha recibido el premio a la mejor comunicación de la sección de «Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca» por un estudio sobre el trabajo realizado durante estos dos años en el centro toledano, ha informado hoy la Junta en una nota.
El objetivo del trabajo, titulado «Predictores de mejoría tras rehabilitación cardiaca basados en el análisis de gases previo al programa», era encontrar qué parámetros de los obtenidos en la prueba de esfuerzo con consumo de gases, ergoespirometría, para medir el consumo de oxígeno que se realiza previa al inicio del programa, van a predecir qué pacientes mejorarán más y cuáles menos.
En este sentido, el doctor Berenguel ha explicado que, de esta manera, se puede poner el foco en los pacientes con «más potencial» de mejoría y «optimizar» los recursos para tratar en el gimnasio de modo prioritario a los pacientes «más necesitados», mientras que el resto siguen los entrenamientos en el domicilio.
Para el especialista, este premio es una muestra más de reconocimiento a un «importante» trabajo de investigación que se viene realizando en la Unidad de Rehabilitación Cardiaca desde su apertura hace cerca de dos años.
Así, desde su puesta en marcha se han presentado más de 15 comunicaciones científicas a congresos nacionales e internacionales y se han publicado varios artículos originales, también en revistas de ámbito nacional e internacional.
El 18 de octubre de 2015, los servicios de Cardiología y Rehabilitación del Complejo Hospitalario de Toledo pusieron en marcha la primera Unidad de Rehabilitación Cardiaca del área sanitaria de Toledo para la recuperación integral de pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio y desde entonces han sido atendidos un total de 395 pacientes con patología cardiovascular.
En este periodo de tiempo se ha logrado que prácticamente todos los pacientes que participan en el programa «mejoren su calidad de vida» y su capacidad funcional mediante el ejercicio físico y la educación sanitaria.
Así, se ha mejorado el control de la tensión arterial y los niveles de colesterol, a la vez que muchos han reducido peso y dejado de fumar, han indicado las mismas fuentes.
En la unidad, integrada por profesionales del servicio de Cardiología, Rehabilitación y Enfermería y con la colaboración de los servicios de Urología, Neumología y Psiquiatría, se lleva a cabo un programa de entrenamiento físico personalizado a cada paciente, que se encuentra constantemente monitorizado, además de un programa educativo que le permita incorporarse a su vida con la mejor situación funcional.
La patología más frecuente atendida en la unidad es la cardiopatía isquémica, concretamente pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, aunque también está dirigida a pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar, pacientes sometidos a una cirugía cardíaca o a una angioplastia coronaria, entre otras patologías.
Además de trabajar la capacidad física, se pretende ayudar a los pacientes que han sufrido un infarto a controlar los factores de riesgo con el fin de que modifiquen sus hábitos de vida, así como a abordar otros problemas comunes que presentan, como la ansiedad o depresión, además de orientarles acerca de su reinserción laboral.