Una práctica tan tristemente recurrente como lo es el tirar las toallitas húmedas por el inodoro, pensando que son higiénicas, biodegradables y que no van a provocar problemas en las cañerías tiene un coste muy elevado en una ciudad como Toledo al año: más de 200.000 euros. Este es el «precio» que pone el Ayuntamiento de Toledo a esta mala práctica en los hogares, que se suma a las incidencias que se puedan repetir en las plantas de depuración.
La concejala de Servicios Públicos y Sostenibilidad, Eva Jiménez, ha dado a conocer en la presentación de una campaña de concienciación sobre este problema este dato que vislumbra un problema de bastante tamaño. En redes sociales y medios de comunicación ya se han compartido muchos vídeos y otros contenidos sobre lo que pasa después de tirar las toallitas húmedas no higiénicas al váter, sobre el estado de cañerías y redes de saneamiento, sobre las obstrucciones y otros problemas que supone.
Luis Soto, responsable de la empresa de aguas Tagus, ha subrayado que las averías en los hogares solo son «la punta del iceberg de un problema mucho mayor». Así, Soto ha destacado que «un pequeño gesto tan sencillo, como es el uso correcto de las toallitas», ayuda a «preservar el medio ambiente y tener una mejor calidad de vida».
Múltiples daños que pueden ser evitados con un simple gesto
Daños en el sistema de saneamiento, en estaciones de bombeo o depuradoras, son algunos de los puntos en los que se pueden vislumbrar los grandes inconvenientes que genera el «caos» de las toallitas en las ciudades y pueblos, en mayor o menor medida. Así, desde el Ayuntamiento de Toledo incluyen que los problemas técnicos se multiplican en las instalaciones que no disponen de filtros y también en épocas de lluvias intensas, cuando se forman tapones en las alcantarillas y en las estaciones depuradoras.
Lo que pasa con estos atascos es que se multiplican las obstrucciones y los daños en el alcantarillado, así como los malos olores en las arquetas de las viviendas. Además, supone también diferentes problemas medioambientales debido a que los componentes plásticos que conforman estos materiales, no tienen «nada que ver», como alerta el Ayuntamiento, con la celulosa del papel higiénico. Es como si tratáramos de tirar un tejido por el inodoro.
Además, los aditivos que contienen estas toallitas, pueden contaminar el agua, con lo que el responsable de Tagus, ha explicado que el trabajo de las depuradoras para conseguir un agua potable o limpia es mucho mayor.
«El caos de las toallitas», una campaña municipal
El Ayuntamiento de Toledo y la empresa municipal de aguas, Tagus, han puesto en marcha una campaña de concienciación con motivo del Día Mundial del Saneamiento, que va enfocada a evitar que la costumbre de tirar las toallitas húmedas por el inodoro se siga extendiendo. Una práctica muy habitual en muchos hogares y que cada vez deja evidencias de las múltiples consecuencias económicas y medioambientales que acarrea.
«El caos de las toallitas» es el eslogan de esta iniciativa que ha sido presentada por la concejala de Servicios Públicos y Sostenibilidad, quien ha resaltado los «graves problemas» que se generan en la red de saneamiento a partir de esta costumbre que provoca «frecuentes obstrucciones en las canalizaciones».
[ze_summary text=»Materiales no biodegradables, que provocan atascos en cañerías, contaminan el agua y derivan en otros problemas»]Materiales no biodegradables, que provocan atascos en cañerías, contaminan el agua y derivan en otros problemas[/ze_summary]