Han tenido que transcurrir 22 años desde que terminara la guerra de la antigua Yugoslavia para que uno de los generales serbiobosnios más brutos que haya parido la tierra haya sido condenado a cadena perpetua por genocidio y crímenes contra la humanidad. Sí, 22 años han tenido que transcurrir…
Y no culpo a la Justicia, no, en serio, pero algo ha fallado para que hasta dos décadas no se hayan resuelto las barbaridades que cometió.
Cadena perpetua por ordenar asesinar a más de 8.000 hombres y niños
Ratko Mladic, que así es como se llama al que se le conoció como «el carnicero de los Balcanes», pasará el resto de su vida en la cárcel. Y será afortunado, porque ni siquiera tendrán esa oportunidad los más de 8.000 hombres y niños a los que ordenó asesinar en la que se recuerda como la masacre de Srebenica.
La guerra, esa palabra que justifica matar al «contrario» porque sí y da rienda suelta a las perversidades de mentes enfermas que disparan como si estuvieran jugando a la play.
El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia ha dictado veredicto y con él cierra una de las páginas más negras de un conflicto armado que sucedió en el llamado Primer Mundo situado a apenas tres horas en avión desde España.
Mladic se dedicó a eliminar durante tres años, entre 1992 y 1995, porque él pensaba que era de una raza superior, tanto a croatas como a musulmanes que vivían en Bosnia. Y luego seguro que se iba a dormir a pierna suelta y tan a gusto.
La política no pudo con el odio y la violencia. La antigua Yugoslavia se disgregó por los cuatro costados y fue a costa de miles y miles de vidas humanas. Cuando la realidad supera a la ficción.
A Ratko Mladic le esperan noches de blanco satén. Tiene 74 años y tiene la misma chulería que cuando ordenaba disparar para aniquilar.
22 años después parece que se ha hecho un poco de justicia… Hoy 8.000 personas se removerán un poquito en sus tumbas, aunque ya no les sirva de nada…
Asco de vida.
@CesardelRioPolo
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