La Plataforma contra la Ley de Caza ha anunciado su pretensión de interponer «en los tribunales los recursos precisos para conseguir la anulación» de la nueva orden de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, por la cual se autorizan «tres modelos de trampas y lazos destinados al control de predadores, perros y gatos» que también «afectan a especies protegidas».
En un comunicado, el colectivo muestra su «rechazo absoluto» a esta decisión del consejero Francisco Martínez Arroyo, tras «ceder al chantaje del lobby cinegético», por la que se suscribe que se puedan utilizar tres nuevos tipos de trampas y lazos «que se añaden a otros cinco ya autorizables».
Critican así que estas actuaciones «ponen en entredicho la ecuanimidad y el rigor» de las decisiones de la Consejería, así como la voluntad de reformar la ley de caza y sacar adelante la de bienestar animal, «como la lógica y la ciudadanía demandan».
Trampas dañinas para algunas especies
La nueva orden de homologación, explican desde la Plataforma, aprueba la trampa Belisle Selectif, así como la jaula de captura Larssen, así como indica que no se pueden usar en espacios naturales o con presencia de lince o lobo, aunque según indica el colectivo, «se obvia que los animales no entienden de fronteras» por lo que algunas trampas «se han mostrado muy dañinas para los cánidos, entre ellos el lobo».
Así, recuerdan que en 2016 tuvo que ser liberado un lince que cayó en una trampa que fue autorizada por la Consejería, y que «solo la disponibilidad de collar emisor le libró de un futuro incierto», señalan.
Alertan de la «Enfermiza animadversión» que hay entre algunos cazadores
La Plataforma contra la Ley de Caza explica que estos collares transmisores han disminuído, por lo que entienden que los «tramperos» tienen la decisión de actuar ante los animales que son atrapados por las trampas, por lo que critican duramente la «enfermiza animadversión» que hay en algunos grupos de cazadores con respecto a predadores y animales domésticos.
«En caso de atrapar zorros, perros, gatos o urracas, la Consejería autoriza matar al animal en el momento con un disparo en la cabeza», alertan. Por ello, critican que se haya justificado esta acción al amparo de unas pruebas «sin base científica» y que suelen estar «mal diseñadas», aunque para el colectivo, lo peor es que las homologaciones han sido «realizadas bajo la supervisión de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha».