Si la semana pasada las reservas en la cabecera del Tajo mermaban dos hectómetros, esos mismos son los que se han sumando a los maltrechos Entrepeñas y Buendía. Exactamente han sido 1,91 los hectómetros que han ganado situando el total embalsado en 233,78 hectómetros, en decir, el 9,45 por 100 de su capacidad de 2.474 hectómetros.

Pese a esta pequeña tregua la sequía se recrudece. Es portada en muchos medios de comunicación, incluso robando espacio informativo a la actualidad de Cataluña, porque la situación es muy grave y eso que el ciclo seco todavía no encamina su final. Como en este caso, se informa el agua embalsada, pero el verdadero problema es que estamos en uno de los otoños más secos de los últimos tiempos.

Además, ha sido otra semana de reivindicaciones por el Tajo. Ayer más de 5.000 personas se sumaron a «La Vuelta al Tajo» en Toledo para reclamar la recuperación de un río que, además de la pésima situación por la sequía, se encuentra sobreexplotado en la mayoría de sus fases y de gravemente contaminado al no poder hacer frente a las aguas residuales que le llegan de Madrid vía Jarama.

Entrepeñas suma casi un hectómetro

La semana en el pantano cuya presa está en Sacedón (Guadalajara) se ha saldado con 0,97 hectómetros ganados. El lunes pasado eran 75,6 hectómetros los que contenía y esta semana son 76,56 hectómetros, según los datos online de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Se encuentra con 9,55 por 100 de los 802 hectómetros que tiene de capacidad.

Casi otro hectómetro para Buendía

Parecida situación semanal en el embalse de Buendía. 0,94 hectómetros son los que se han añadido a los 156,27 de la semana pasada hasta dejar 157,21 hectómetros cúbicos tras la presa. Con el ascenso de los últimos siete días, se sitúa en el 9,52 por 100 de los 1.651 hectómetros que puede almacenar.

413,72 hectómetros hace un año

En la comparativa con el año anterior, los pantanos sumaban 413,72 hectómetros, muy cerca del límete no trasvasable, en un año que, debido a las pocas precipitaciones y a los trasvases aprobados, han dejado este otoño en el que Entrepeñas y Buendía están muertos. Ya no son un reclamo turístico por el poco agua embalsada. Tan escaso es el volumen que incluso la Federación de Vela de Castilla-La Mancha suspendió todas sus actividades en Entrepeñas, su sede, o que está haciendo que la biodiversidad acuática de los mismos se vea gravemente afectada.