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sábado, 23 de noviembre de 2024
Imágenes de los ladrones entrando en el establecimiento. Foto - Noticias CMM
Tercer robo en un mes - 28 noviembre 2017 - Toledo

El estanco de Ricardo, un vecino de Santa Olalla, Toledo, ha sufrido un tercer robo en sus instalaciones. Esta pasada madrugada, 11 personas consiguieron entrar en el local y arrasaron con todo lo que vieron sobre su paso. Se han llevado un botín que rondaría los 20.000 euros en tabaco, en este tercer ataque, que es el segundo en 48 horas.

 


Ricardo, no consiguió dormir esa noche y, atento a las cámaras de seguridad, vio como un grupo de encapuchados se aproximaba a la entrada del local en mitad de la noche. Impotente, sin poder hacer nada, vio como esas 11 personas entraban en su estanco, destrozaban los materiales, se llevaban todo lo que podían y después… se iban. Él fue testigo de los pocos minutos que tardaron en arrasar con el local. Llamó a la Policía, para intentar parar el golpe, pero no hubo suerte.

Testigo de todo el robo, sin poder hacer nada

«No han sido identificados», nos cuenta el propietario del estanco de este municipio toledano. «Lo ví todo. Intenté eludirles, gritarles, insultarles… les dije que estaba avisando a la Policía…», explica. Los ladrones, siguieron a lo suyo, hasta que consiguieron llevarse y reventar todo. Ricardo ha perdido con los tres robos que ha sufrido, cerca de 60.000 euros, tal y como cifra el con los datos de los peritos.

Decepción es lo que siente, tras este tercer robo en su negocio en muy poco tiempo. En dos noches ha sufrido dos robos. Anoche, tenía «la mosca detrás de la oreja» y vio como ocurría todo. A pesar de que avisó a la Policía, nada pudo hacer que los 11 ladrones se fueran igual que vineron. «Es muy fácil salir de Santa Olalla, en muy poco tiempo estás en carretera», cuenta la víctima. «Han visto un camino fácil y han ido a por él», señala.

Pide más seguridad en el municipio

Ricardo pide «más seguridad» para el pueblo, ya que para él es evidente la «falta» de medios. Cree que si hubiera más policía esto no hubiera pasado. No han conseguido identificar a ninguno de los «cacos», y mucho menos detenerles.

Ahora, le toca a él reforzar la seguridad, «poner más hierros, más cierres…» en su tienda. Va a hacer todo lo posible para volver a abrir. Ya tiene a «albañiles y trabajadores» haciendo que todo vuelva a la normalidad porque, afirma «no van a poder» con él. A pesar de que teme «otro intento más», como cuenta, volverá a abrir.

Han roto todo, ordenadores, vitrinas, expositores… y aunque no va a pedir «más productos por el momento», tiene claro que volverá a su actividad.

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