La vigente campeona de España de los 3.000 metros obstáculos, la toledana Irene Sánchez-Escribano, es toda una clásica. Elige como lugar preferido la senda ecológica como representativo para ella de la ciudad, uno más de los que integran la guía «En Navidad, Toledo«, una agenda muy representativa de lo que ofrece la mágica ciudad en fechas tan señaladas: “Además de porque me parece un sitio espectacular, al lado del río y rodeado de todos los montes que hay en la ciudad, se debe a que yo he recorrido muchos de sus kilómetros y por eso es un sitio especial para mí; siempre que vengo a casa me gusta ir a correr por la senda”, explica.
Claro, tiene su “aquel”, el estado del río: “La pena es que el río está muy sucio; hace poco ha habido una carrera por aquí, también en bicicleta (en cuyo proyecto participó apareciendo en un vídeo promocional aunque no pudo correrla por un compromiso atlético), para concienciar acerca de la suciedad del Tajo a su paso por Toledo, y es que ojalá podamos volver a verlo limpio otra vez”, añade.
[ze_summary text=»Apoya, siempre que puede, la lucha por devolver el Tajo a su primitivo estado de salubridad»]Apoya, siempre que puede, la lucha por devolver el Tajo a su primitivo estado de salubridad[/ze_summary]
No en vano, esta joven campeona del atletismo apoya siempre que puede esta lucha conservacionista.
Conoce el lugar, claro, desde que era pequeña: “El embarcadero… Y venir a echar pan a los patos es una cosa… (risas) muy mítica aquí en Toledo cuando se es niño, de hecho mis padres me traían a menudo…”, recuerda con nostalgia.
«Las carcamusas de mi madre…»
Irene también es toda una clásica, a su joven edad, en el capítulo gastronómico; y también apegada a la tierra.
“Te voy a decir uno típico de la ciudad de Toledo: me gustan mucho las carcamusas, la carne con tomate. Mi madre suele hacerlo; yo no sé, no soy muy cocinillas, ¡ja, ja…!”, a la pregunta de si se anima a hacerlo una de las promesas más serias del atletismo español.