El torero Javier Castaño y el novillero Noé Gómez del Pilar salieron a hombros de la plaza de toros de Bargas (Toledo) tras cortar tres orejas cada uno. Por su parte, Serafín Marín se tuvo que conformar con dar una vuelta al ruedo en un festejo intenso en el que los imponentes toros de Adolfo Martín y los no menos cuajados novillos de Monte la Ermita contribuyeron para ofrecer un buen espectáculo.
Castaño evidenció que se encuentra en un momento increíble y que es, probablemente, el mayor especialista en lidiar toros de las ganaderías más complicadas. Así lo demostró en su primero, un animal muy serio y fuerte con el que el salmantino se sintió en su salsa desde el principio. Con él, el diestro dio una lección de saber estar frente al toro. Siempre sólido, seguro y muy cruzado delante de la cara del toro, supo templar a la perfección la embestida del «adolfo» por ambos pitones, sobre todo por el izquierdo, cuando el astado ya comenzaba a acortar el viaje buscando al torero, aunque la faena también tuvo miga con la mano derecha. La estocada fue de ley, aunque el toro tardó en caer y Castaño tuvo que usar el descabello para rematarlo. El resultado fue una oreja merecida en su esportón.
El cuarto, un cárdeno cornivuelto que se llevó una gran ovación de salida por sus formidables hechuras, fue mucho más complicado. El de Salamanca quiso que el toro luciese su bravura en el caballo e hizo que recibiera dos puyazos en los que se pudo ver una buena pelea. Después llegó David Adalid y formó un alboroto espectacular en banderillas que le obligó a saludar por el fuerte aplauso de los tendidos. Ya en la muleta, tras brindis a «El Chano», el cárdeno se puso difícil, mirando mucho al torero y acortando la embestida cada vez más. Castaño estuvo bien metido entre los pitones, con mucho aplomo, y consiguió exprimir al toro al máximo, sacándole unas buenas tandas al natural. Para terminar, otra gran estocada que tuvo que rematar con descabello y un premio de dos orejas que, a pesar del esfuerzo del matador, fueron demasiado premio.
EL BUEN TOREO DE SERAFÍN MARÍN NO TUVO PREMIO
Mala fortuna tuvo el catalán Serafín Marín, que marró a espadas dos faenas muy buenas. En el segundo de la tarde, el toro de mayor calidad de la corrida y que tuvo transmisión, Serafín estuvo muy elegante y torero. Comenzó con dos tandas con la mano derecha profundas y a cámara lenta, en las que sobresalió un cambio de mano con mucho garbo. Después , con la mano izquierda el trasteo no bajó el nivel, y el de Montcada y Reixach (Barcelona) estuvo muy templado y consiguió unos naturales de enorme valor. Sin embargo, la mala fortuna se cruzó en su camino, y tras una casi media estocada y un pinchazo, el toro se tiró al suelo, desluciendo el final de faena. Lamentablemente su buen hacer sólo pudo verse recompensado con una ovación que obligó al diestro a saludar.
En el quinto, otro torazo que fue aplaudido en la salida, el catalán no lo tuvo tan claro como en su primero durante el principio de la faena de muleta. Sin embargo, supo anteponerse a las condiciones de un toro que no era fácil y consiguió extraer dos buenas tandas por el pitón derecho y muletazos sueltos al natural. Cuando parecía que tenía la oreja en la mano, la espada volvió a fallarle y la estocada muy caída junto a los dos descabellos le privaron de tocar pelo. Por ello, ante la buena actuación de Marín, los aplausos del respetable hicieron que este diera una vuelta al ruedo que premió una actuación global muy meritoria.
GÓMEZ DEL PILAR SIGUE SUMANDO PUNTOS CON UNA BUENA ACTUACIÓN
Por último, el novillero Gómez del Pilar se enfrentó a una duera prueba con su lote de la ganadería de Monte la Ermita, dos novillos muy grandes y bien presentados que le obligaron a dar lo mejor de sí mismo. El resultado fue excelente, ya que consiguió tres orejas que le valieron la puerta grande.
En el tercero, un novillo que a pesar de su enorme estampa estaba justo de fuerzas, Gómez brindó la faena a «El Chano». Del Pilar estuvo con mucho empaque, basando su labor en la mano derecha. El toro pegaba un molesto derrote al final del muletazo, pero a pesar de ello el joven espada consiguió cuajar al toro con la mano derecha, aunque las complicaciones del animal impidieron que la faena levantara definitivamente el vuelo. Sin embargo, el final entre los pitones consiguió que el público entrase en calor. Tras un pinchazo y una estocada muy caída, el premio fue de una oreja.
En el que cerrabaja plaza, otro novillo muy serio, el madrileño estuvo con ganas de triunfar desde el principio. Toreó francamente bien con el capote, recibiendo al toro con una larga cambiada de rodillas y con templadas verónicas, y en el posterior quite por chicuelinas. El toro tenía una embestida franca y Gómez comenzó en los medios de nuevo de rodillas, consiguiendo meter al público en la faena. Hubo buen toreo con la mano derecha pero el astado se acabó pronto, y del Pilar, que siguió sacando derechazos y naturales, decidió meterse en las cercanías y acabar con circulares. Tras una estocada caída, la presidencia decidió conceder las dos orejas, que resultaron excesivas
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Bargas (Toledo). Casi tres cuartos de entrada. Toros de Adolfo Martín, excelentemente presentados y de buen juego, y dos novillos de Monte la Ermita, muy grandes y de calidad, aunque se apagaron pronto.
Javier Castaño: oreja y dos orejas
Serafín Marín: ovación con saludos y vuelta al ruedo
Gómez del Pilar: oreja y dos orejas