«Llevo dos meses sin cobrar y seguramente el siguiente no lo cobre, en contrapartida estoy obligado a ir a trabajar porque tengo que cumplir con unos servicios mínimos ya que si no me despiden». Esta es la dramática situación de Daniel Galán, un toledano afincado en el Polígono de Toledo que lleva más de 15 años trabajando en el Metro de Madrid.
Unos impagos que han llegado al límite porque «cobramos 1.000 euros al mes, vivimos al día, pero queremos hacerlo dignamente» y tras estos dos meses y sin atisbo de solución a la vista, está en huelga de hambre desde el pasado lunes y «dispuesto a reventar» porque «no queda otra».
Dani ha charlado con encastillalamancha.es y ha mostrado su «indignación» ante la situación que tienen él y otros 550 vigilantes del Metro de Madrid de la empresa Seguridad Integral Canaria.
Este toledano solo es «una persona anónima que vive en Toledo, que se desplaza hasta Madrid aun no teniendo dinero y trabaja desde las 8 de la tarde hasta las 8 de la mañana. No soy de ningún sindicato, ni estoy en el Comité de Empresa, solo estoy indignado», relata, y es que no piensa moverse de ahí porque si ha tomado «esta determinación es porque estoy en las últimas» y estará en la estación de Metro de Sol hasta que encuentre una solución.
«Si trabajo hoy, tengo que cobrar hoy, porque necesito vivir hoy», se lamenta Galán porque «todos tenemos familias que mantener, tenemos hijos a cargo y hay que llenar la nevera».
Una familia al límite
El caso de Daniel es especialmente dramático. No solo está él sin cobrar, su exmujer, con la que tiene dos hijas de 9 y 12 años, también es vigilante de Metro de Madrid y tampoco percibe su nómina, por lo que «ni cobra ella ni le puedo pasar yo la pensión».
«Yo no puedo mirar a mis hijas a la cara y quedarme en casa lamentándome y diciéndoles que no tengo para darles de comer», explica apesadumbrado Daniel Galán.
Casi una semana a base de líquidos
El toledano ha avisado al Samur para que se active el protocolo de huelgas de hambre. Le hacen un seguimiento y le toman muestras de sangre y de orina. Él, de momento, se siente «fuerte y tiraré para adelante, hasta que tenga una solución, porque me da igual morirme de hambre en casa que morirme aquí, que por lo menos estoy reivindicando algo».
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Metro de Madrid les insta a denunciar, pero la solución no parece cercana
«Nosotros no hemos incumplido nada, Metro de Madrid ha contratado a esa empresa… Tendrá que responder. Ellos se desentienden porque siguen pagándo a la empresa todos los meses y Seguridad Integral Canaria decide no pagarnos, ¿y qué, no hay manera de obligar a esa empresa a pagarnos?», así explica la situación laboral que atraviesa este más de medio millar de personas.
Asegura que tras hablar con la consejera de Transporte de Madrid, Rosalía Gonzalo López, y con el consejero delegado de Metro de Madrid, Borja Carabante, que se interesaron por el problema «cuando la prensa se hizo eco», todo son buenas palabras y les dicen que están con ellos, pero la solución no parece cercana.
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