La Diputación de Toledo ha decidido no repartir este año las cestas de navidad a sus trabajadores dentro de las medidas de contención de los servicios de gastos y que supondrá un ahorro de 180.000 euros. La institución provincial presidida por Arturo García-Tizón, según destaca un comunicado, entiende que es una medida de «sentido común» que se enmarca dentro de las resoluciones de ahorro y liberan, así, recursos para asegurar la prestación de los servicios básicos de los Ayuntamientos.
El equipo de Gobierno considera que es un «gasto prescindible» y resultaría difícilmente justificable en el actual momento de crisis.
«La Diputación quiere dar un ejemplo claro de austeridad» y confía contar con la «comprensión» de sus empleados, atendiendo además a la reciente aprobación en el Comité de Empresa de las ayudas sociales para intervenciones sanitarias y estudios en todos los niveles de la enseñanza para los hijos de los empleados.