Los atentados fueron una de las pesadillas del año. Agosto fue trágico en Barcelona, cuando un atentado yihadista en Las Ramblas sembró el pánico entre las personas que paseaban por el mítico paseo. Por allí estaba un joven toledano de 20 años que narró a encastillalamancha.es lo vivido: “No escuché gritos ni golpes. Todo duró unos tres segundos…”.
[ze_summary text=»No escuché gritos ni golpes. Todo duró unos tres segundos…, nos contó un toledano de 20 años que estaba en Las Ramblas»]No escuché gritos ni golpes. Todo duró unos tres segundos…, nos contó un toledano de 20 años que estaba en Las Ramblas[/ze_summary]
Vive en la Plaça Joaquim Xirau, muy cerca de donde una furgoneta a gran velocidad arrasó todo lo que pillaba a su paso. 16 muertos en total. Nos contó que no quería bajar a la calle por temor, ya que los terroristas, en las horas posteriores al atentado, aún seguían libres.
Los musulmanes de Toledo clamaron contra los atentados yihadistas de Las Ramblas. Y en toda Castilla-La Mancha se dieron muestras de solidaridad con las víctimas y su familias.
Una de las víctimas, con familia en Talavera
Además, el hombre de 35 años al que hallaron muerto en la Diagonal tras ser agredido con arma blanca por el yihadista en su huida para robarle el coche tenía familia en Talavera y había trabajado como cooperante en varios países.
El susto de Ramos y de Sabrido
Y es que el ISIS seguía sembrando el terror. Dos meses antes, en Londres tres individuos condujeron una furgoneta a toda velocidad por la acera del puente atropellando a los viandantes y luego se bajaron para apuñalar a quienes se encontraban. Siete muertos en total. Allí viven las hijas de Jaime Ramos, alcalde de Talavera; y de José Pablo Sabrido, portavoz del Gobierno municipal de Toledo. Horas en vela de ambos, pero al final se quedó en un susto.
Y 92 jubilados de Guadalajara vivieron en junio dos horas de terror en el interior de la catedral de Nôtre Dame, en París, después de que la Policía disparara a un hombre que había agredido a un agente con un martillo en la explanada frente al templo a grito de “¡esto es por Siria!”. Una de ellas contó: “Oímos los tiros, pero pensamos que eran truenos”. Uffff…