El jugador del Cuenca Guillermo Corzo dio la victoria a su equipo con un último tanto in extremis que rompió la igualdad que se había mantenido en el marcador hasta los últimos instantes, ante la impotencia de un Cuatro Rayas que suma su tercera derrota de la temporada.
Los vallisoletanos plantearon una defensa 5:1 de inicio, con Víctor Alonso como avanzado que, en los primeros compases del partido, resultó efectivo, lo que aportó confianza en el ataque y les concedió el control en el marcador (3-1), si bien los manchegos no tardaron en reaccionar para equilibrar el tanteo.
Ángel Pérez conseguía zafarse sin problemas de la defensa local e hizo valer su capacidad de penetración, mientras que Sorrentino desplegaba su lanzamiento exterior para dar la vuelta al marcador (7-9), que obligó a Juan Carlos Pastor a solicitar el primer tiempo muerto.
El técnico vallisoletano puso en la pista a los veteranos, para aguantar los largos ataques visitantes, casi siempre rozando el pasivo, y el dominio de los conquenses se fue diluyendo, gracias al acierto desde el pivote de Gonzalo Porras, que devolvía el equilibrio al electrónico (13-13, min.25).
Un resultado que ya no se modificaría, puesto que ninguno de los dos equipos fue capaz de anotar en los últimos cinco minutos, al desaparecer la organización en el juego y mostrar pocas ideas en el plano ofensivo, fruto también del aumento de la presión defensiva en ambos bandos.
El conjunto visitante salió mucho más centrado y sorprendió a los vallisoletanos con un parcial de 2-5 en cinco minutos, que otorgó tres goles de renta al Cuenca (15-18), hasta que los veteranos Ávila y Krivokapic cogieron las riendas del equipo para sitiar al rival, que seguía desesperando a la defensa local con sus eternos ataques.
Esa seguridad aportada por los jugadores más experimentados del Cuatro Rayas les permitió adelantarse en el marcador (21-19), pero los manchegos volvieron a presionar en su zona y los nervios hicieron acto de presencia en la escuadra morada, lo que aprovechó el Cuenca para recuperar el control del partido (21-23).
Los cinco últimos minutos se convirtieron en una lucha sin cuartel en pos de la victoria, con todo por decidir y un equilibrio difícil de romper (25-25), que se mantuvo hasta que Corzo, en una última jugada deshizo el empate para dar el triunfo a su equipo (27-28).