Luis Roldán, el hombre que debe 19 millones de euros, que se dice pronto, al Estado gracias a las fechorías que cometió cuando era director general de la Guardia Civil, ha podido cobrar, mondos y lirondos, 80.000 euros de una editorial por su libro de memorias. Y todo porque el Tribunal de Cuentas no se dio “cuenta”, qué paradoja, de que los había cobrado en dos primeras entregas y solo ha podido trincarle, ay el trinque en este país, la tercera, unos 40.000 del ala. Lo cuenta El País y es «pa descojonarse».

Y no es de cachondeo, no…

Roldán fue el prototipo de la delincuencia institucionalizada a mediados de los años 90 del siglo XX, cuando utilizó a la Guardia Civil para, literalmente, forrarse. Le pillaron los periodistas y se largó del país en una de las fugas más propias de una peripecia de Mortadelo y Filemón que de un país serio que quería entrar con buen pie en el siglo XXI.

Luis Roldán se forró, chirló dinero por aquí  por allá…

Pues nada, que se forró con comisiones y más comisiones, chirló dinero por aquí y por allá y fue condenado a 31 de cárcel. Que ya es… Pero cumplió 15. Bueno, por aquellas cosas que tiene lo que llamamos Justicia. Y salió tan majo él…

Con el tiempo, su historia sigue interesando. Claro. Y si contara la verdad de todo lo que sucesió y se llevó nos interesaría todavía más. 120.000 euros le ha pagado Planeta por sus memorias desmemoriadas, pero resulta que el Tribunal de Cuentas no se dio cuenta de que tenía que quitarle la totalidad del dinero porque nos debe a todos los contribuyentes una pasta gansa.

Así estamos.

Que luego no se extrañe nadie que cada día creemos menos.

@CesardelRioPolo

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