El diseñador manchego Alejandro de Miguel ha rechazado lo que considera «falsas acusaciones» sobre prácticas irregulares con sus empleadas, a las que según Inspección de Trabajo ingresó deudas que obligó a devolver, y ha defendido su trabajo honrado, algo que también han hecho las trabajadoras de su taller.

El pasado viernes el sindicato CCOO informó de la denuncia ante la Fiscalía de la Inspección de Trabajo por las prácticas laborales del reconocido modisto de Miguel Esteban (Toledo) Alejandro de Miguel que, al parecer, ingresó a sus trabajadoras 3.500 y 6.500 euros para saldar deudas pero las obligó a devolverlo.

«Clima de trabajo cercano y agradable», según las trabajadoras del atelier

CCOO va a informar en rueda de prensa esta mañana sobre este asunto, en torno al cual se ha pronunciado en una nota de prensa el diseñador y, al mismo tiempo, «todas» las trabajadoras de su empresas -catorce mujeres que han aportado su nombre, DNI y firma- han difundido otro comunicado en el que hablan de «clima de trabajo cercano y agradable» y condiciones de trabajo «totalmente ajustadas a la legalidad».

Estas trabajadoras han afirmado que se respetan sus derechos y que «de ningún modo» hay delito en relación con el abono de sus nóminas, al tiempo que han subrayado que muchas de ellas llevan «bastantes» años de antigüedad en la empresa y están «plenamente satisfechas» con su relación laboral.

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«En estos tiempos en que muchas empresas del sector encargan la fabricación de sus productos a países donde los costes son muchos menores porque no se reconocen los derechos laborales que sí se respetan con nosotras, es justo que se valore la actuación de quien, pudiendo deslocalizar su empresa en otros países, prefiere en cambio crear empleo, generar riqueza y con ello contribuir al desarrollo de la economía de la tierra que le vio nacer», han dicho las empleadas.

También han rechazado que se «utilice» su nombre para «ensuciar indebidamente» la imagen de sus empleadores «por motivos como el deseo de venganza» de alguna extrabajadora o el «afán de protagonismo» de un sindicato «que utiliza nuestro nombre sin nuestro consentimiento».

De Miguel: «hay un interés de venganza»

A esta situación también ha aludido, en su nota de prensa, el propio modisto, que ha vestido a mujeres como la reina Sofía, las presentadoras Nieves Herrero, Ana Rosa Quintana o María Teresa Campos y actrices como Ana Obregón, entre otras.

Alejandro de Miguel ha explicado que no hay ningún procedimiento contra su empresa o contra él pero sí hay «un interés espurio de venganza de alguna extrabajadora mal aconsejada», algo que -ha reconocido- les está ocasionando «un daño irreparable».

Ha matizado que los hechos denunciados se han impugnado por parte de la empresa y de «la totalidad de trabajadores» y se ha referido al comunicado que han firmado las catorce empleadas, redactado «voluntaria y libremente».

El modisto defiende su trabajo

El manchego ha defendido su «empresa pequeña y honrada que ha luchado siempre por mantener los puestos de trabajo, incluso en época de crisis» y ha hecho hincapié en las «muy pocas» industrias textiles creadoras de moda que quedan en España y, en particular, en Castilla-La Mancha «como para tirar por la borda los años de sacrificio y de trabajo de ya dos generaciones».

Asimismo, ha expresado las «muchísimas» muestras de cariño y afecto que está recibiendo y ha confesado que este tipo de situaciones «me desilusionan y distorsionan mi trabajo creativo».

«Todo mi esfuerzo seguirá volcado en la elegancia de mis trajes y en que mis clientas se sientan especiales con ellos. Yo seguiré como siempre a lo mío: a seguir apostando por la moda española, hecha en Castilla La Mancha», ha apuntado.

En 2017 este modisto recibió una placa al Mérito Regional en el Día de Castilla-La Mancha y, entre otros premios, ha recibido el de Mejor Diseñador de Moda Nupcial 2010 y Dedal de Oro 2014.