El ciclista daimieleño Óscar González del Campo ha declarado, con motivo de su participación en el Mundial de Ciclismo de Holanda: «Para ser mi primera vez en un Mundial, estoy satisfecho». Y es que el ciclista nacido en Daimiel (Ciudad Real) hace 18 años, perteneciente al equipo del Fenavin de Ciudad Real, fue el 27º, a 1 minuto y 28 segundos del vencedor, en la contrarreloj, que se disputó entre las localidades de Landgraaf y Valkenburg (Holanda), sobre un recorrido de 26,6 kilómetros, y el 97º, a 47 segundos del vencedor, sobre una distancia de 129 kilómetros.
«Estoy más contento de la contrarreloj que de la de en línea, porque me sentí mejor y, además, en línea el aire iba cambiando durante las ocho vueltas que dimos al circuito, que fue el mismo que para los profesionales, por lo que se fue muy rápido», ha relatado.
Ha resaltado también que aguantó hasta donde pudo, «que fue hasta los últimos kilómetros», cuando se produjo el ataque a falta de una vuelta, «en la que metimos a Enric Mas, pero se tuvo mala fortuna, ya que se cayó cuando iba junto al vencedor de la prueba, tirando por tierra la estrategia que teníamos diseñada», ha explicado.
González del Campo reconoce que la preparación que ha podido hacer para este Mundial ha sido más en ruta que contrarreloj, que también preparó por la carreteras de Ciudad Real, con un coche por delante.
«Lo que ocurre -ha puntualizado- es que la orografía de la meseta es diferente a la del Mundial de Holanda», sobre todo, con las subidas al Cauberg.
Pese a todo esto, el ciclista daimieleño ha calificado su participación en este evento deportivo como «buena» para ser su primera vez en un Mundial, «lo que me sirve de gran experiencia -ha dicho- para el futuro».
Para Óscar González, esta prueba del Mundial ha sido la última en categoría juvenil, ya que el próximo año correrá en Sub-23, con la Fundación Euskadi, con la que Fenavin tiene un acuerdo de colaboración