«De pequeño me caí en la marmita de la Chupamindez, de ahí mi personalidad. Lo del pelo no tiene nada que ver, eso fue por culpa de la gomina». Esa es una de las definiciones que se pueden leer sobre Agustín Durán si trasteas por internet. Y es precisamente él, este cómico ciudadrealeño, manchego y «bruto» como él solo para más señas, quien reinaugura la sección de Entrevistas Irreverentes en encastillalamancha.es. «Cómico y Músico. Manchego, ciudadrealeño y piconero pero ante todo borrico», como él mismo afirma. ¿Qué les parece? Ah… «Y ganador del concurso Pelo Pantene en varias ediciones».
Uno de sus videos, «Vareando. Agustín Durán y Gente del Campo», una parodia de Bailando, de Enrique Iglesias, ha tenido nada menos que 6.5 millones de reproducciones en Facebook. Un crack, vamos…
Pues eso, vamos a ello…
Venga, sin mentir, ¿te has leído El Quijote?
La duda ofende. Me lo empecé a leer obligado, pero lo terminé disfrutando, para mí el primer gran libro de humor de la historia.
Tortilla de patatas o percebes, solo puedes elegir uno.
He leído Tortilla de Patatas y no he seguido leyendo más. Imposible que haya mejor opción.
¿La vez que más hiciste el ridículo?
En el año 2002 me dijeron que iba a un casting para “El club de la comedia” y resultó ser un casting para reportero de “Aquí hay tomate”. Se me hicieron largos los 5 minutos… De todas formas espero y deseo que mi momento más ridículo esté por llegar.
¿Crees o no en la existencia de los extraterrestres?
Creo que hay alguien ahí fuera y que por desgracia no será como ET ni como Chewbacca, a los cuales empadronaría en mi casa muy gustosamente.
Y si de repente llegas a una playa nudista y no lo sabías, ¿qué haces?
No hay problema. Yo me desnudo. Menos en la cabeza cuento con un pelaje corporal que impediría el visionado de mis partes pudendas. Llevo un mono de lana de Angora natural. Estando desnudo sigo vestido.
¿En qué época te hubiera gustado vivir?
Me gusta donde me ha tocado, pero me gustaría tener un Delorean para viajar de vez en cuando para atrás y visitar las bacanales griegas, las orgías romanas, haber ido a un concierto de Queen, haber grabado una película con Pepe Isbert, Paco Martínez Soria y José Luis López Vázquez y haber tomado un mosto en el Café Gijón con Camilo José Cela.
¿Cuál ha sido el mayor susto que te has llevado en tu vida?
De pequeño el Rey Melchor me preguntó cómo me había portado en el colegio y con mis padres. No pude contestar y solo me salió menear la palma de la mano haciendo el gesto de “regular”. Cuando me quité los calzoncillos había una zurraspa.
¿Has ligado o te han ligado?
Ligar es un verbo que no está en mi vocabulario. Dicho de otra manera… “Con esta cara de ovejo… no cato conejo”.
¿El destino donde siempre has soñado ir pero todavía no has podido?
Soñé con ir a DisneyWorld a Florida. Fui, y ahora sueño con volver otra vez.
¿Dónde no volverías a viajar?
A Zurich. Estuve cuatro horas allí porque volviendo de Bosnia el avión hizo transbordo antes de llegar a Madrid, me monté en un tren para salir del aeropuerto el cual llevaba al centro de la ciudad y me soplaron 150 euros de multa bajo amenaza de quitarme el pasaporte por no haber comprado el billete antes de montar. Eso para ir de Ciudad Real a La Roda no pasa, el billete se puede comprar en el mismo tren.
¿Con qué canción te enamoraste?
Empecé escuchando a Nino Bravo y escribí mis primeras cartas de amor, por supuesto no correspondido, con sus letras. Pero a día de hoy y desde hace 15 años vivo enamorado de la música de Andrés Calamaro, te recomiendo “Estadio Azteca”.
¿El regalo que más ilusión te ha hecho?
Hace dos semanas me auto-regalé un muñeco de Macario, el de José Luis Moreno, llevo dos semanas sin poder dejar de mirarlo. Pero si lo pienso fríamente el mejor regalo que me ha hecho la vida es haber podido disfrutar de mi abuela hasta los 98 años… Y ojalá y me hubiera durado más.
Heidi, Mazinger Z, Oliver y Benji, Pipi Calzaslargas… ¿Cuál fue tu serie preferida?
Los Trotamúsicos. Quería tocar la trompeta como Lupo el perro, pero mis padres se empeñaron en que tocase el piano.
¿Eres más del deporte en la calle o del deporte en el sofá?
Me pillas en un momento de sofá, pero cuando cojo la senda del deporte callejero, de salir a correr o coger la bicicleta… puedo llegar a ser un enfermo. Para que te hagas una idea, perdí 50 kilos en menos de un año solo a base de correr todos los días.
¿Puede uno morirse de risa?
Debería ser obligatorio morir de risa, o en su defecto morir habiendo reído mucho. Y yo lucharé para eso.