Todo comenzó cuando una empresa de Estados Unidos, dedicada al rastro de la red o cíber patrullaje, detectó, en una operación rutinaria, que el usuario de una red social se descargaba archivos ilegales de vídeo y fotos por contener material de pornografía de menores.
Sin fronteras para la pornografía infantil
La empresa, entonces, informó del tránsito de los archivos a las autoridades estadounidenses, que informaron a las españolas, porque las IPs de conexión del pedófilo lo situaban en España, concretamente en dos puntos de Albacete capital.
Más concretamente aún, el acceso para hacer las descargas y la instalación de los dispositivos tuvo lugar en dos domicilios, donde se halló asimismo al titular del servicio de Internet.
La Policía de Albacete entró y registró las dos casas, deteniendo al sospechoso, el joven de 21 años I.V.G., vecino de la capital, al que se le decomisaron un teléfono y un ordenador portátil, donde almacenaba pornografía infantil.
El joven es presunto autor de un delito de tenencia y distribución de material pornográfico de menores por Internet.