sábado, 23 de noviembre de 2024
"cuando hablamos de diálogo social somos Comisiones, UGT y la Cecam; eso es irrenunciable" 01/10/2012junio 13th, 2017

«Por mucho que se empeñe el Gobierno con CSIF, quienes tienen más del 80 por 100 de la representatividad en Castilla-La Mancha somos Comisiones Obreras y UGT». Ésa es la radiografía de los sindicatos en Castilla-La Mancha que hace Lola Santillana, secretaria de Empleo y Migración de CC.OO. CLM, quien repite que el diálogo social es imprescindible e insustituible, además de que está tasado: CC.OO., UGT y Cecam. Ni uno más y ni uno menos, «eso es irrenunciable». También asegura que las manifestaciones son multitudinarias «por mucho que se empeñen en acallarlas», no concibe que se ponga una multa de 600 euros a alguien por llevar una pancarta y admite y hasta aconseja hacer autocrítica en el mundo sindical, consciente de que la sociedad no ve a los suyos con mejores ojos que a la desprestigiada clase política.

¿Por qué cree que el Gobierno regional se empeña en incluir a CSIF en las mesas de diálogo social, que siempre han sido en España con CC.OO., UGT y la patronal?


Nuestra teoría es que quiere introducir un sindicato que tiene unas ideas que van más en la línea del partido que está gobernando. Pero por mucho que pretenda este Gobierno, quiénes tienen más del 80 por 100 de la representatividad en Castilla-La Mancha somos Comisiones Obreras y UGT.

¿Es irrenunciable, por lo tanto, que el diálogo social se limite al modelo previsto en la Constitución?

Es irrenunciable. Otra cosa es que se actúe en las mesas en las que el resto de sindicatos tienen representación y en la proporción en la que todos tenemos representación, pero cuando hablamos de diálogo social somos Comisiones, UGT y la Cecam.

«Basta con dos manifestantes y una pancarta para ser noticia, antes hacía falta concentrar millones en la Puerta del Sol». ¿Qué le parece esta frase de Carlos Cotillas, alcalde de Tomelloso y presidente provincial del PP de Ciudad Real?

Me parece que no conoce la realidad. Por mucho que quiera, no hay dos manifestantes con una bandera. Todas las movilizaciones y manifestaciones que se están haciendo están siendo multitudinarias, por mucho que quieran acallarlas.

Es verdad que hay manifestaciones multitudinarias, pero el descontento social, incluso de los trabajadores, es mucho mayor de lo que los sindicatos consiguen sacar a la calle.

Aquí ha habido una gota tras otra que ha acabado calando. Mucha gente desconoce cuál es el trabajo de los sindicatos, que somos y hemos sido necesarios para la negociación y para la consecución de derechos y que, muchas veces, como eso se ha ido consiguiendo, no se han parado a pensar que eso lo hacemos los sindicatos. Que estemos todos representados es lo que hace que se muevan más las cosas, sobre todo cuando van las cosas bien. A lo mejor tendríamos que hacer todos un análisis de cómo se ha ido avanzando en derechos desde que se inició la democracia y que hemos sido los sindicatos los que hemos conseguido esos derechos gracias al apoyo de miles de trabajadores y trabajadores.

«NO ENTENDEMOS PORQUÉ A UNA PERSONA QUE PORTA UNA BANDERA LE PIDEN EL CARNÉ Y LA MULTAN CON 600 EUROS»

Siguiendo con las manifestaciones, ¿Cómo está el asunto de las sanciones de 600 euros que están recibiendo funcionarios, sindicalistas y ciudadanos que no son ni lo uno ni lo otro?

Nosotros no entendemos porqué a una persona que porta una bandera le piden el carné y le multan con 600 euros. ¿Qué significa? ¿Qué no han aprendido nada?

¿Cuál cree que es el fin de esas multas? ¿Disuasorio?

Es un fin claramente disuasorio, porque se lo están haciendo a personas que si le piden 600 euros por portar una bandera, a la siguiente vez ellos creen que ni si quiera van a salir a la calle y que les va a decir a los que le rodean que tampoco lo hagan.

En encastillalamancha.es hemos publicado el caso de un joven estudiante que llevaba propaganda que le habían dado al pasar por una zona de concentración y su madre tiene que pagar una multa de 600 euros, que es casi lo que gana al mes.

El delegado del Gobierno se debería plantear que las sanciones no consiguen que la gente no vaya a las manifestaciones, sino que nos asentamos más en creer que tienen una política absolutamente errónea en cómo están haciendo las cosas.

“ESPERO QUE LO DE LAS MULTAS A LOS QUE ASISTEN A MANIFESTACIONES SEA REVERSIBLE, ACONSEJO A LOS QUE RECIBEN SANCIONES QUE NO PAGUEN”

¿Qué aconseja a la gente que recibe estas sanciones y no está afiliada a ningún sindicato que le pueda asesorar personalmente?

En primer lugar, que no lo pague y que se ponga en contacto con el sindicato. Estamos dando información de lo que se puede hacer, aunque lógicamente nosotros vamos a defender a los que están afiliados. Además, ya se están creando plataformas en las redes sociales para defender a las personas que se quedan indefensas.

Tengo entendido que estaban negociando con el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, sobre este asunto. ¿Se ha avanzado?

Aún no sabemos nada, espero que sea un tema reversible.

¿Cuál ha sido el recibimiento de vuestra propuesta sobre las sanciones?

Se ha dicho que es un tema que se va a ver, per lo que hemos visto es que han llegado más multas, pero también es posible que estuvieran en tramitación.

“TENEMOS QUE HACER UN TRABAJO DE AUTOCRÍTICA DE CÓMO HEMOS LLEGADO A LA GENTE O DE PORQUÉ NO HEMOS LLEGADO”

Y, ahora, ¿qué pasa, porque están entre los peor valorados por los españoles, junto con políticos, bancos y multinacionales? ¿Cree que es por ese goteo de desprestigio que ustedes señalan que ha habido?

Sí, sí. Cuando hay un grano negro en un cocido siempre se piensa que todo cocido está mal o está enfermo. Pero no hemos sido capaces de transmitir lo que hacemos, es una crítica que tenemos que hacer en el sindicato. Muchas veces hemos conseguido cosas después de horas de negociación, de un trabajo previo muy duro. Tenemos que hacer y lo hacemos un trabajo de autocrítica de cómo hemos llegado a la gente o de porqué no hemos llegado a la gente. Vamos a ver cómo podemos solucionar eso. Pero también es verdad que aunque fuimos conscientes de que en 2008 empezaba la crisis ha sido en muy poco tiempo en el que nos hemos visto abocados a los peores efectos de ella y a las peores consecuencias.

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