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viernes, 22 de noviembre de 2024
El resultado final es un libro: Toro - 06 febrero 2018 - Talavera

«Me dio por ello porque siempre que iba en el coche me llamaban la atención los toros». Y tanto… Porque años más tarde se convirtió en una «loca obsesión». De hecho, desde 2008 y hasta 2011, tres años con sus 156 fines de semana correspondientes, aprovechó todos sus días libres que le dejaba el trabajo y, cómo no, sus períodos vacacionales para coger la cámara y recorrer 90.000 kilómetros por la geografía española (89.349, para ser más exactos) con el único afán de fotografíar los 90 toros de Osborne que hay repartidos por 15 comunidades autónomas.

[ze_image id=»225476″ caption=»Pau Barroso y su loca obsesión detrás: el toro de Osborne.» type=»break_limited» src=»http://ecmadm.encastillalamancha.es/wp-content/uploads/2018/02/Toro_Osborne_ok.jpg» urlVideo=»» typeVideo=»» ]

Se llama Pau Barroso, es de Talavera, y es presidente de la Asociación de Informadores Gráficos de Talavera y vocal de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión. Ahora todo ese trabajo se ha plasmado en un libro, Toro, que es un resumen de sus 809 horas al volante durante 151 días «para captar al toro de Osborne de una manera costumbrista. Hay poco de arte y mucho de fotoperiodismo. He llegado a fotografiar el mismo toro en diferentes fechas, luces y según mis propias necesidades, huyendo del photoshop… Porque cuando hago algo artificial pierdo la motivación y tiene todas las papeletas para terminar en un cajón o en un archivo de ordenador».


Los toros de Osborne, comunidad a comunidad

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Toros que, comunidad a comunidad, se encuentran distribuidos de la siguiente forma: 14 en Castilla-La Mancha, 23 en Andalucía, 13 en Castilla y León, 9 en la Comunidad Valenciana, 6 en Aragón, 5 en Galicia, 5 en Asturias, 5 en Extremadura, 3 en la Comunidad de Madrid, 2 en La Rioja y uno en las Islas Canarias, Melilla, Baleares, País Vasco y Navarra.

Los castellano-manchegos se pueden ver en Madridejos, Tembleque, Malpica de Tajo, Valmojado y Cabañas de la Sagra (en la provincia de Toledo); Almuradiel y Manzanares (Ciudad Real); La Gineta (Albacete); Castillejo de Iniesta, Honrubia y El Pedernoso (Cuenca); y Guadalajara, Gajanejos y Torremocha del Campo (Guadalajara).

Video realizado por Pau Barroso y Chelo Higueruela.

Si el primer toro lo fotografió en 2008, el último fue en 2017, cuando se desplazó hasta El Puerto de Santa María, en la provincia de Cádiz, para plasmar el ecotoro. No hay ninguno repetido y están todos los que son, «incluso el que estaba en El Bruc, en Barcelona, cerca de Monserrat, que fue derribado y se encuentra en el suelo…».

No hay sangre, pero sí sudor, lágrimas, polvo de caminos…

Excepto sangre, en este trabajo «hay sudor y lágrimas, hay polvo de caminos, sueño, calor a 42 grados y frío a 12 bajo cero con el fin de reflejar el verano y el invierno». Claro, por su cabeza también pasó en algún momento dejarlo, «porque mi exigencia por la perfección se convirtió en una obsesión».

Sin olvidarnos de «las anécdotas, los miedos, la soledad, las alegrías, el respeto, la constancia…».

Entre las anécdotas, «que tengo para escribir otro libro si quisiera, está la de, por ejemplo, amenazarme con una escopeta, salir increíblemente ileso mientras hacía fotos sin darme cuenta de que estaba junto a un avispero, sentir de cerca una tormenta con aparato eléctrico en mitad del campo… O un golpe de calor y un principio de congelación en las manos».

O el día que estaba en una finca y le dijeron que no se preocupara, que los perros no mordían, «allí me quedé, yo solo, esperando a que llegara la noche para fotografiar a uno de los toros y cuando regresaba solo pedía que aquellos enormes perros se hubieran quedado con mi cara. Por supuesto, también hubo momentos agradables. Porque recorrer el país me ha permitido tener momentos gratificantes, desde hablar con pastores hasta mantener una conversación con un lanzador de plomo con caña en seco en mitad de un campo en Alicante en pleno verano…».

En definitiva, que el resultado final es un libro de 160 páginas del que en una primera tirada se editaron 4.000 ejemplares y que está, entre librerías al uso y de internet, en 190 puntos de venta. Y se acuerda de su madre, «de la que no me olvido porque entre asombro y preocupación cuestionaba lo que estaba haciendo y como respuesta recibía un ya me queda menos, aunque en realidad ella no sabía que tal vez llevara en ese momento fotografiados solo 20 de los 90 toros». También cita a Iván Llanza, a Carla Terry, a Carolina Cerrato o a Jaime Valero quienes, directa o indirectamente, «han contribuido a dar forma a Toro«.

Pues eso, que le echó valor y… ¡Suerte y al toro!

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