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viernes, 22 de noviembre de 2024
Imagen de un helicóptero de la Guardia Civil durante un rescate.
Así fue toda la historia - 19 febrero 2018 - Ciudad Real

«Escuchábamos sus gritos, lejanos, pidiendo ayuda y sabíamos que se encontraba a varios kilómetros de donde estábamos nosotros, pero él no nos oía gritar su nombre porque el ruido del agua se lo impedía. No sabíamos dónde estaba exactamente, sí que se encontraba en un barranco del paraje de la Hoz del Guadiana, que tiene varios kilómetros de ancho y es muy, pero que muy complejo acceder a él…».

Por lo que se pusieron manos a la obra…


Herido en cabeza, tobillos y con varias contusiones

Es el testimonio de uno de los dos Agentes Medioambientales, con quien ha hablado encastillalamancha.es, que llegaron primero hasta el joven ciclista que se había caído a un barranco el sábado por la tarde en Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real) y al que no se le pudo sacar de allí hasta el día siguiente. Pertenecía a un grupo de ciclistas que llegaron en bicicleta hasta el principio del barranco y luego siguieron a pie. Y cuando estaba en el interior se cayó y sufrió una herida en la cabeza, en los tobillos y diferentes contusiones, por lo que no podía prácticamente ni moverse.

Agentes Medioambientales que prefieren permanecer en el anonimato pero que han demostrado, una vez más, que su trabajo es imprescindible cuando hablamos del medio natural. Hasta que llegaron a él, todo había transcurrido de la siguiente forma…

Video en el que se ve a los dos Agentes Medioambientales mientras subían aguas arriba tratando de encontrar al ciclista que se había caído al barranco.

«Nos avisó de lo que había ocurrido un agente medioambiental que se encontraba fuera de servicio. Otro compañero y yo estábamos trabajando el sábado por la comarca y no dudamos en ir a colaborar. Se organizaron varios equipos de rescate porque acceder a la zona donde había caído no era nada fácil al ser muy inaccesible y mi compañero y yo tratamos de acceder desde aguas abajo. Fue cuando escuchamos sus gritos…».

Y allí estaba, en el interior del barranco

Eran las cuatro y media de la tarde y una hora después, a las cinco y media, «ya le habíamos encontrado. ¿Que qué nos dijo? Pues no paraba de darnos las gracias y de decirnos que le habíamos salvado la vida». Inmediatamente se quitaron parte de su ropa para dejársela: una camiseta térmica, calcetines térmicos, una chaqueta… «Tenía frío y no podía caminar. Hicimos una primera cura de las heridas que tenía y le vendamos la brecha de la cabeza». Hasta ahí, bien, pero se encontraron con un problema crucial…

No había nada de cobertura y no podían comunicarse ni por radio ni por teléfono móvil con nadie. El objetivo, a partir de ese momento, «era encontrar cobertura, teníamos que hacerlo». Y lo hicieron… ¡¡¡En una cornisa en la mitad del barranco!!! «Me subí hasta ella aunque sabía que era peligroso. Tuve que subir y bajar varias veces, incluso por la noche, pero no había otra opción. Contacté con el servicio de Urgencias 112 y les dije que la única posibilidad que había para sacarle de allí era con un helicóptero».

Momento en el que un helicóptero de la Guardia Civil de montaña se lleva al ciclista herido.

Una médico del 112 «nos dijo cómo debíamos atenderle e insistí en que viniera un helicóptero, pero no nos consiguió ver y no podía bajar». Así hasta que horas después llegaron refuerzos, aunque se nos echó la noche encima. Eran ya más de las siete de la tarde… «Un escalador que apareció por allí porque se había enterado de lo que había sucedido llegó por otra ruta diferente y al ver la situación se volvió a buscar más ayuda, hasta que horas después apareció junto a dos sanitarios y un guardia civil. Fue entonces cuando estabilizaron al herido en una camilla».

En paralelo, dos bomberos también consiguieron llegar sobre las nueve de la noche hasta el lugar «con una canoa por el río. Como te decía, ya era de noche y valoramos quedarnos allí porque no había otra alternativa». Y eso hicieron…

«Encendimos dos hogueras, una al pie del joven herido, y no dormimos porque estábamos sobre una piedra húmeda y fría, sin agua y sin comida». A las tres de la madrugada del domingo fue movilizado el equipo de montaña de la Guardia Civil con base en Arenas de San Pedro (Ávila), quienes llegaron a las ocho de la mañana. Sobre las 10 de la mañana conseguían evacuar al herido y el resto…

«Pues nosotros nos fuimos por donde habíamos venido, el enfermero y el guardia civil que llegaron con el escalador se vinieron con nosotros. Los bomberos y el médico se fueron en el helicóptero con el herido y la canoa se quedó allí…».

Por fortuna, el final fue feliz, a pesar de las numerosas horas de angustia que habían pasado…

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