El Juzgado de Instrucción número 2 de Albacete ha admitido a trámite la querella criminal que interpuso la madre de un menor de 13 años contra el colegio en el que, a su parecer, su hijo sufrió acoso escolar el curso pasado, por entender que el centro educativo lo «intentó tapar».
La querella se dirige contra el equipo directivo del colegio Compañía de María «La Enseñanza» y la Inspección de Educación por «ocultar este caso de acoso escolar», como dio a conocer hace unas semanas la madre del menor, María Trinidad Cantos, que hoy ha informado de la admisión a trámite de su denuncia.
La mujer ha venido denunciando que, a su parecer, el equipo directivo del centro y su orientador trataron de «ocultar» el caso y «coaccionaron» al chico, que en ese momento tenía 13 años, «para que mintiera diciendo que no habían pasado cosas que sí pasaron».
La madre del menor ha considerado que el centro «no cumplió con el protocolo de los casos de acoso escolar», al tiempo que ha denunciado que la Inspección de Educación «tampoco lo hizo» y le ha acusado de dejación de funciones.
La madre denunció a los menores que supuestamente realizaron el acoso
Ya el año pasado, la madre denunció a los menores que, según ella, acosaron a su hijo ante la Policía Nacional, donde archivaron el caso al tratarse de menores, y en enero anunció la querella.
Entonces, Cantos explicó que había denunciado el supuesto caso de acoso escolar a la dirección del centro en abril y que, «después de las investigaciones realizadas, la Comisión de Acoso del centro reconoció el bullying que estaba sufriendo» su hijo.
En concreto, en el acta que le facilitaron de la Comisión de Acoso se recogía que su hijo había sufrido «agresiones verbales, maltrato psicológico con constantes burlas en relación al apelativo despectivo asignado por el grupo, aislamiento y deterioro provocado de relaciones sociales y exclusión social».
Asimismo, la mujer afirmó que también el inspector de Educación de la zona «reconoció que era un caso grave de acoso escolar» y lamentó que, días después, el colegio comunicó que habían decidido modificar su informe, de forma que el caso pasó a ser «un conflicto entre iguales».
Según la versión la mujer, su hijo dejó de asistir a clases a finales de mayo «por prescripción médica» y este curso ha continuado sus estudios en otro centro educativo.