A la ministra Isabel García Tejerina, la que el año pasado autorizó varios trasvases de agua de Castilla-La Mancha al Levante cuando el nivel de los pantanos de la cabecera del Tajo era mínimo, parece que le hace mucha gracia la huelga feminista convocada para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Tan respetable es que ella no quiera secundar la huelga como que otras mujeres la hagan, pero no es de recibo que algo tan serio se lo tome a broma y conteste con una frase supuestamente graciosa.
A estas alturas de la historia nadie puede negar que las mujeres, aunque han mejorado mucho en el reconocimiento de sus derechos, todavía no están en condiciones de igualdad con los hombres, como debiera ocurrir: muchas cobran menos por hacer el mismo trabajo que ellos, ocupan pocos cargos directivos, tienen que encargarse de las tareas de su casa además de su ocupación en la empresa…
Una respuesta inoportuna
Cuando los periodistas han preguntado por esta huelga a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ella podía haber dicho que no la va a hacer y que su partido, el PP, no está de acuerdo con esta convocatoria. Hubiera sido una opinión tan respetable como la de quienes dicen lo contrario porque apoyan la huelga. Pero la ministra respondió con ironía, quizá pensando que lo que decía era gracioso.
«Mi manera de celebrarlo sería con una huelga a la japonesa’, trabajando más horas y demostrando la capacidad que tenemos las mujeres de este país», ha dicho la ministra del trasvase. Y, como argumento de peso, ha echado mano de la habitual propaganda que hace el PP: que nunca ha habido tantas mujeres trabajando como en la actualidad, gracias al Gobierno de Mariano Rajoy, y que también están actuando para que desaparezca la diferencia salarial que existe entre hombres y mujeres. Lamentable.
El PP ha distribuido a todos sus cargos públicos un documento en el que explica las razones por las que está en contra de esta huelga. Dice, entre otras cosas, que es una huelga solo «de élites feministas, pero no de mujeres reales con problemas cotidianos»; que es insolidaria con las mujeres que tienen un pequeño negocio y no pueden cerrar (???), y que «pretende romper nuestro modelo de sociedad occidental». Ahí queda eso. Y también añade la coletilla habitual de que hoy trabajan en España más mujeres que nunca.
Apoyo de colectivos feministas, sindicatos y algunos partidos
¡Qué mala costumbre es la de mezclar churras con merinas! Que hoy trabajen en España más mujeres que hace 10, 20, 30 o 50 años no quiere decir que las mujeres estén en condiciones de igualdad con los hombres, a todos los niveles, en cuyo caso sería un despropósito convocar una huelga. Nadie niega que la situación de las mujeres ha mejorado, pero eso no impide reconocer que todavía existen motivos más que de sobra para protestar por su situación de desigualdad con los hombres. ¿O no?
Más de 200 colectivos feministas, agrupados en la denominada Comisión 8-M, han convocado a las mujeres a protagonizar una huelga de 24 horas el próximo 8 de marzo, que también está prevista en otros 170 países. Su objetivo es que las mujeres no vayan ese día al trabajo, no consuman ni compren en ningún establecimiento, no realicen las tareas del hogar y no cuiden a los niños o personas mayores para que lo tengan que hacer los hombres. Quieren que se vea que «sin las mujeres, el mundo se para».
Los sindicatos CGT y CNT también han convocado huelga de 24 horas; CCOO y UGT han convocado paros de dos horas por la mañana y por la tarde. La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) respalda esas convocatorias, para que cada cual secunde la que quiera, y las manifestaciones de protesta que se celebrarán. Podemos e Izquierda Unida apoyan el paro de 24 horas y el PSOE ha optado por los paros de dos horas, mientras PP y Ciudadanos no respaldan ninguna de esas convocatorias.
Huelga todo el día o paros de dos horas
Ante esas convocatorias, y sabiendo que estos paros son legales, cada cual podrá decidir si hace huelga todo el día, si para dos horas o si no hace nada. Y las tres posturas son igual de respetables. Lo que no merece ningún respeto es la actitud de la ministra García Tejerina, una mujer que parece haberse tomado como broma algo tan serio como los problemas de las mujeres.
Cuando los políticos llegan a un cargo público deberían recibir un manual de instrucciones en el que, como primera recomendación, figurara ésta: «Antes de responder a una pregunta, piensa dos veces lo que vas a decir; y si desconoces el tema, no contestes cualquier cosa ni quieras hacer una gracia y reconoce que no tienes una respuesta». Seguro que así se evitarían muchas de las meteduras de pata y despropósitos que salen por la boca de algunas y algunos cuando les ponen un micrófono delante.