La Iglesia Católica pierde contribuyente pero marcó cifra récord de ingresos a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) durante la declaración de la Renta en la primavera de 2017, la correspondiente al ejercicio de 2016. Son 256,21 millones los que recibe la organización religiosa, siete más que en el ejercicio anterior, según los datos publicados por la Conferencia Episcopal.
Sin embargo, el número de personas que marcaron la casilla descendió en el conjunto nacional hasta situar la media en 33,54 por 100 de las personas que realizaron la declaración, una cifra muy inferior a los que lo hicieron en Castilla-La Mancha.
Los ciudadanos de la región fueron los que en mayor porcentaje marcharon la X, un 45,94 por 100. Le sigue en el ranking La Rioja (45,37 por 100), Extremadura (44,70 por 100), Murcia (43,96 por 100) y Castilla y León (43,26 por 100). Por el contrario, Cataluña registró unos datos 14 puntos por debajo de la media del conjunto nacional, y solo un 19,21 por 100 marcó la casilla para hacer la donación a la Iglesia Católica.
El 81 por 100 del dinero que recauda la Iglesia con este impuesto va directamente destinado al mantenimiento de las diócesis. El 19 por 100 restante se usa para pagar la Seguridad Social de los sacerdotes y demás personal que tiene a su cargo la institución religiosa.