sábado, 23 de noviembre de 2024
11/10/2012junio 13th, 2017
César del Río César del Río

Lo de los sueldos de los diputados de las Cortes de Castilla-La Mancha está la mar de «divertido». Con comillas, para los que puedan ser mal pensados.

Porque durante estos meses que restan hasta enero de 2013, fecha fatídica en la que se acabará la beca para unos cuantos (no así la dieta), cada Pleno se convertirá en una reivindicación de «sueldo sí, sueldo no». Coño, pero si hasta los medios de comunicación nacionales de pedigrí vienen a vernos para hacer reportajes a doble página los domingos y contar lo «canutas» que lo van a pasar algunos porque las dietas puede que no den para más de lo que están acostumbrados.


Que conste que siempre he defendido, y así lo he escrito aquí y lo he dicho donde ha hecho falta, que soy partidario del «menos políticos pero mejor pagados». O dicho de otra forma: sobran colocados, recolocados y requetecolocados en todos los partidos (pero eso es su problema si se lo pagan ellos, no así si va a las espaldas del erario público) y no les quiero decir «ná» en las instituciones. Tanto locales como provinciales, regionales y nacionales. Pero los que queden tienen que cobrar, sin excepción.

Por eso los primeros que empezaron «a mamporros» fueron el portavoz del PP en las Cortes, Francisco Cañizares; y el histórico y, seguro, mejor orador que tiene el PSOE ahora mismo en sus filas, José Molina. Ya saben aquello de que el pasado siempre vuelve.

Bien, pues las rencillas no han hecho más que empezar. Buena prueba de ello fue el último Pleno «cortesano».

Molina le echó en cara a Cañizares que defendiera la eliminación de los sueldos de los diputados porque seguro que el suyo, el del «popular», lo va a seguir cobrando todos los meses. Por si no lo saben todavía y aunque está sin apuntalar, tanto los integrantes de la Mesa de las Cortes (cinco personas contando al presidente) como los de la dirección de cada grupo político, otros tantos, sí van a percibir el sueldo. Y le advirtió que se lo va a echar en cara siempre que pueda de aquí a final de legislatura, allá por 2015.

Y Cañizares le restregó en la cara a Molina que le faltaba tiempo para «cobrar lo que usted ha cobrado aquí. Porque primero se presentó por un partido (IU) y luego por otro (PSOE), agarrándose al sillón e importándole un bledo los ciudadanos. Lo único que usted defiende es cobrar su sueldo».

Al menos hablan de lo que al final nos interesa a todos: el maldito parné.

Habrá que estar atentos a las jugadas que haga cada partido político, porque hay ilustres diputados que durante años han cobrado una buena pasta y ahora se van a ver abocados a una «exigua» dieta que para usted y para mí sería un sueldo más que decente, se lo aseguro.

Lo de los alcaldes que cobran exclusivamente como diputados lo tengo claro: pasarán a ganarse la vida como alcaldes, como bien nos adelantaba, al menos en su caso, en la última Entrevista Irreverente el regidor «popular» de Seseña, Carlos Velázquez (lo que utilizó El País pero no nos citó, qué poquito cuesta reconocer también el trabajo de los pobres); pero el del resto…

Y les aseguro que hay nombres que…

¡Mi vida por un sueldo!

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