El Bidasoa-Irún estaba muy necesitado de puntuar, porque venía de un punto de diez posibles y perdiendo incluso ante el colista, y firmó una gran actuación para imponerse por 27-21 al Liberbank Ciudad Encantada, que fue de más a menos y acabó claudicando en Artaleku.
Liberbank Ciudad Encantada: paso atrás
El equipo irunés, que venía de varios chascos, empezó el partido con mal pie, con dos paradas de Maciel a tiros desde seis metros, un lanzamiento fuera y un balón perdido. Solo se salvó un gol de Kauldi en los primeros cinco minutos para evitar que la vía de agua fuera mayor.
Pronto llegó un punto de inflexión, cuando Lancina forzó un penalti con exclusión añadida. No solo Azkue anotó el siete metros (el anterior lo había fallado Crowley), sino que además el Bidasoa aprovechó esa superioridad para marcar un parcial de 2-0.
De aquel 1-3 se pasó al 4-3 y llegaron los mejores minutos de los locales, muy acertados en ataque y no permitiendo casi nada en defensa. Así del 4-4 se pasó al 8-4 y en 3-4 goles de diferencia se movió el partido hasta poco antes del descanso.
El Liberbank Ciudad Encantada basaba su producción en Dutra y Perovic, con tres goles cada uno en el 10-7. Maciel bajo palos aportaba (siete paradas al descanso) y conseguía que la diferencia no fuera más allá de los cuatro goles. De hecho el equipo local tuvo dos balones en el 11-7 pero no los aprovechó y los conquenses siguieron en la pelea.
Del 12-8 se pasó al 12-10 del descanso y el partido estaba en empate a 12 a los dos minutos de la reanudación. Empezaba una historia nueva. Y fue una historia que, visto lo visto en los últimos partidos, no convenía nada al Bidasoa. Un intercambio de goles a ritmo alto.
Con ventajas de un gol o empates, transcurrieron los siguientes minutos y después del 16-16 vino la escapada de los locales, ahora con defensa 5-1 y aprovechando que los visitantes, ayer con doce hombres, empezaban a notar el cansancio.
Salinas, Kauldi y Renaud, estos dos a la contra, establecieron un parcial de 3-0 que exigió tiempo muerto conquense, con 19-16. Pero el parón sirvió de poco, porque la tendencia del partido ya estaba marcada: cada vez más a gusto el Bidasoa-Irun, cada vez menos el Ciudad Encantada.
Así, de aquel 16-16 se pasó a un 22-18 que quiso cortar Lidio Jiménez con otro tiempo muerto pero que se alargó hasta el 23-18 y el partido quedó prácticamente sentenciado, acabando el Bidasoa-Irun plácidamente con victoria 27-21 ante un rival de la zona noble.
Ficha técnica
27 – Bidasoa Irún (12+15): Ledo (p), Crowley (2), Kauldi (7), Serrano (3), Renaud (7), Salinas (2), Lancina (1) -siete inicial-, Rangel (ps), Cavero (1), Vázquez (1), Beltza, Nonó, Azkue (3, 1 p.), Popovic y Redondo.
21 – Liberbank Ciudad Encantada (10+11+): Maciel (p), Vanstein (3), Doldán (2), Mendoza, Hugo López, Nolasco (1), Perovic (4) -siete inicial-, Ramírez (ps), Dutra (8), Canyigueral, Río (2, 1 p.), Alves y Rafael López (1).
Marcador cada cinco minutos: 1-3, 4-4, 8-4, 9-5, 11-7, 12-10 (descanso); 14-13, 17-16, 20-18, 22-18, 24-20 y 27-21 (final)
Árbitros: Escudero Santiuste y Escudero Santiuste. Excluyeron al local Beltza y al visitante Mendoza (dos veces).
Incidencias: 1.000 espectadores en el polideportivo Artaleku.