Alrededor de 70.000 personas optan este año a conseguir una de las 1.030 plazas de empleo público ofertadas por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Las pruebas -de las que ha dado cuenta el consejero del ramo, Jesús Fernández Sanz, en la reunión del Consejo de Gobierno celebrada hoy- comienzan este fin de semana (7 y 8 de abril) con los exámenes que tendrán lugar en la Universidad Laboral de Toledo dirigidos a anestesistas, traumatólogos, farmacéuticos de hospital, radiólogos y médicos de familia.
Fernández Sanz ha añadido en rueda de prensa que los exámenes continuarán el 14, 15 y 21 de abril, quedando aún fechas por cerrar. Lo que sí está claro es que tras el verano serán las pruebas para las especialidades mayoritarias: enfermeros, celadores y auxiliares administrativos.
De los 70.000 inscritos, «el 50 por 100 son de Castilla-La Mancha y el resto de fuera», ante lo que apuntaba que «nos interesa mucho que venga gente de otros sitios».
Estas 1.030 plazas se suman a las 2.204 ofertadas en 2018, con lo que al final de la legislatura el consejero espera que se alcancen las 6.000, una cifra que considera «buena», si bien «en algunas especialidades nos gustaría tener más plantilla».
A preguntas de los periodistas, ponía de manifiesto que las especialidades más requeridas en la sanidad castellanomanchega son Medicina de Familia, Pediatría, Traumatología y Radiología.