fbpx
viernes, 22 de noviembre de 2024
Imagen de Toledo del archivo de José María Ruiz Alonso.
Manuel Azaña se dirige al público en el Teatro de Rojas, en Toledo. Su archivo ya está en Talavera.
Para quedarse definitivamente - 14 abril 2018 - Talavera

Varios cientos de cajas de documentos de la Segunda República, la Guerra Civil, el exilio y Manuel Azaña se han trasladado desde Madrid a Talavera (Toledo), ciudad en la que el presidente de la Segunda República tuvo «buenos» amigos, uno de ellos Julio Fernández-Sanguino Morales.

La Asociación Manuel Azaña y la Fundación Luis Bello han cambiado sus sedes de Madrid a Talavera, lo que ha conllevado trasladar el archivo histórico de la asociación, muchos de cuyos fondos proceden de donaciones como la que realizó en su momento el que fue secretario particular de Azaña entre 1935 y 1939, Santos Martínez Saura.


Se ultiman las obras en el local que acojerá el archivo de Manuel Azaña

En total, son varios cientos de cajas de documentos de la guerra civil y el exilio republicano, además de numerosa correspondencia y publicaciones como un manuscrito de Azaña, su libro ‘Mi rebelión en Barcelona’.

Así lo ha explicado a Efe el presidente de la Asociación Manuel Azaña, el toledano Isabelo Herrero, que ha sido profesor universitario, además de escritor, y que actualmente reside en una localidad de la comarca talaverana.

La asociación ultima estos días las obras en el local que será su nueva sede y donde quiere adecuar, en particular, un espacio para el archivo y la biblioteca y un salón para actividades.

La decisión de trasladarse a Talavera se ha debido a varios factores, entre ellos que ya no tienen la «necesidad perentoria» de estar en Madrid y que, además, disponen de un local «en mejores condiciones» y en el que, por otra parte, pueden sumar a la actividad cultural de Talavera.

«De la manera más humilde pretendemos contribuir a dinamizar la actividad cultural en Talavera», ha señalado Herreros. En concreto respecto a la «demanda de actividades relacionadas con la historia, la historia contemporánea y la historia de la República».

El archivo ya está en Talavera «a salvo»

En Talavera trabaja desde hace varias décadas el colectivo de investigación histórica Arrabal y también se convoca anualmente en la ciudad el premio de historia Fernando Jiménez de Gregorio, que ha alcanzado su XXIII edición.

Además, la Asociación Manuel Azaña suele atender a investigadores que, en todo caso, pueden desplazarse a Talavera en vez de hacerlo a Madrid para tener acceso a los documentos.

El archivo histórico de la Asociación ya se ha trasladado a Talavera y se encuentra en unas dependencias, «a salvo» de las obras de reforma del local, que acabarán en pocos días, aunque luego «aún nos queda mucho trabajo», señala Herreros, porque hay que adecuarlo.

Aunque en los últimos años la Asociación ha estado «un tanto paralizada», en parte porque algunos proyectos no han podido seguir por la falta de ayudas, la donación de documentos ha continuado. De hecho, una buena parte de su archivo histórico está digitalizado.

En la decisión de trasladarse a Talavera ha pesado, asimismo, la relación de Azaña con la ciudad. Sobre todo ligada a los «buenos» amigos que tuvo en ella y las veces que la visitó ya que en dos ocasiones se presentó como candidato por el Partido Reformista en el cercano distrito de El Puente del Arzobispo (1918 y 1923).

«Particularmente en Talavera siempre tuvo un grupo de amigos muy entrañables», ha manifestado Herreros. Uno de ellos Julio Fernández-Sanguino Morales, como ha confirmado a Efe su hijo Julio Fernández-Sanguino Fernández.

«A mi abuelo ya le habían intentado fusilar varias veces»

«Mi padre era amigo personal de Azaña, amigo dentro del contexto de la intelectualidad de la época.Y cuando Azaña iba a Toledo, mi padre y algunos otros también iban, para hablar, básicamente de literatura», ha segurado Fernández-Sanguino.

Fernández-Sanguino Morales se marchó a Valencia con el gobierno republicano, pero no quiso entrar a formar parte del gobierno «entre otras cosas porque a mi abuelo ya le habían intentado fusilar varias veces», ha explicado el hijo, y aceptar un cargo supondría ese final.

Por este mismo motivo rechazó un consulado en Argentina, porque el abuelo se quedó en Talavera: el abuelo fue el médico José Fernández-Sanguino, una de las personas más «queridas y destacadas» de Talavera, ha recordado su nieto. El doctor Fernández-Sanguino falleció en julio de 1956, a los 89 años.

La Asociación Manuel Azaña tiene previsto hablar con todos los colectivos culturales de Talavera «para ver en qué podemos ser útiles». Y seguirá, igual que en Madrid, ofreciendo sus instalaciones a investigadores y estudiosos.

(Visited 110 times, 1 visits today)