La Audiencia de Toledo juzgará a Agustín B.R., de 36 años, que en junio de 2010 la emprendió a tiros, con un subfusil automático del Ejército de Tierra, contra un grupo de jóvenes en la localidad toledana de Ugena, causando heridas a ocho de ellos, y para quien la fiscalía solicita un total de 95 años de cárcel.
El juicio se suspendió el pasado mes de mayo al renunciar el acusado a su abogado defensor, Marcos García Montes, quien explicó que su cliente no había aceptado el acuerdo alcanzado con la fiscalía y que lo consideraba «bueno» para el procesado.
El ministerio público le acusa de ocho delitos de intento de asesinato -por cada uno de los cuales pide once años de prisión- y de otro de tenencia de armas prohibidas, por el que solicita otros siete años y medio de cárcel.
El acusado, vecino de El Viso de San Juan (Toledo) y nacido en Madrid, padecía, en el momento de ocurrir los hechos, una «grave adicción» a la cocaína y por ello tenía afectadas «levemente» sus capacidades intelectivas y volitivas, de ahí que se le aplique una atenuante por drogadicción.
El fiscal también solicita que el procesado, que ya tenía antecedentes penales cuando fue detenido por estos hechos, que se mantenga alejado de las víctimas durante diez años a más de quinientos metros después de salir de prisión.
La acusación pública solicita, asimismo, que el acusado indemnice a las víctimas con cantidades que oscilan entre los 450 y los 12.000 euros, dependiendo del grado de las lesiones y las secuelas que dejó a los jóvenes, que sufrieron heridas por arma de fuego.
Los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada del 4 de junio de 2010 cuando el acusado, que conducía un Audi TT por la calle de La Coruña de Ugena, comenzó a disparar «directamente» contra un grupo de jóvenes que se encontraban en una zona asfaltada habilitada como aparcamiento descubierto.
Así, y según el escrito de la fiscalía, el individuo efectuó hasta treinta disparos mientras reducía la velocidad del vehículo, causando heridas a un total de ocho personas, aunque una de ellas fue por estado de ansiedad, mientras que los otros lo fueron por arma de fuego.
El arma con la que efectuó los disparos era un subfusil automático marca Star, modelo Z-45, del Ejército de Tierra, con la inscripción de «División Azul Cóndor».
Tras efectuar los disparos, cuyo móvil no se ha determinado, el procesado huyó, pero al día siguiente fue detenido por la Guardia Civil en un cámping de la localidad de Candeleda, al sur de la provincia de Ávila.
La vista oral está prevista durante tres jornadas en la Audiencia de Toledo, donde han sido llamados a declarar como testigos los jóvenes heridos, con edades comprendidas entre los 22 y los 28 años, además de media docena de peritos.