El expresidente de Castilla-La Mancha y del Congreso de los Diputados, José Bono, ha dicho hoy que no ve lejano que el PSOE pueda ganar las elecciones en la región, pero ha añadido que a él no le corresponde decidir «quién pueda ser el candidato».
Bono, tras la rueda de prensa que ha dado en Toledo para presentar su libro «Les voy a contar», ha respondido a preguntas de los periodistas sobre si creía que el alcalde de Toledo y secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, podría ganar las próximas elecciones autonómicas si se presentara.
«Por lo que escucho y veo, no veo lejano que el PSOE pueda ganar las elecciones, pero quién haya de ser el candidato es algo que a mí no me corresponde decidir, por cierto, tiene mucha más incumbencia en esa elección el secretario general del partido en Castilla-La Mancha que el que tiene solo el título de expresidente de Castilla-La Mancha», ha dicho Bono.
Ha subrayado que su opinión de García-Page no ha variado desde que le conoce, y en ese sentido ha recordado que le nombró consejero hace veinte años, cuando Page tenía 24 años, y ha elogiado: «es de las personas más inteligentes, más listas que conozco».
«Hoy tiene una presencia y una entidad que no hace falta glosarla», de hecho, ha indicado, sólo hay siete alcaldes de capital de provincia de España del PSOE, y uno de ellos es Emiliano García-Page.
Por otro lado, respecto al debate territorial, ha recordado que él ya hace veinte años dijo que no era posible reproducir el Estado en diecisiete comunidades autónomas, y ha añadido: «en la medida en que haya podido contribuir a que se pudiese reproducir el Estado en esta comunidad autónoma de manera mecánica o mimética, pues asumo esa responsabilidad».
«Por encima del derecho a la autonomía está el derecho a la igualdad y la igualdad de derecho de todos los españoles», y en ese sentido, ha dicho que las autonomías han tenido un balance muy positivo, pero también hay servidumbres que deben ser corregidas.
Bono ha señalado que la soberanía nacional no está dividida ni cuarteada en diecisiete territorios sino que reside en la voluntad de los españoles, y éstos representados en las Cortes.
Por eso, ha asegurado que la decisión sobre cualquier territorio de España «no corresponde a los habitantes censados en el mismo sino al conjunto de los españoles».
Sobre la polémica acerca de la independencia de Cataluña ha dicho que no lo ve, y que además la Constitución, «a golpes, no se puede destruir, y ha agregado que es algo que no va a prosperar si se quieren abrir paso «por la calle de en medio, contra la Constitución».
Bono ha sido preguntado también sobre la iniciativa anunciada por la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, de reducir los diputados en las Cortes a la mitad y suprimir los sueldos.
Ha dicho que si lo que busca es austeridad, quizás así no lo consiga, ya que ha recordado que en las Cortes franquistas se cobraba por enmienda presentada, y había «auténticos especialistas en enmiendas» y eso que entonces era difícil enmendar algo.
Bono ha comentado el contenido del primer tomo de sus diarios, que transcurre desde 1992 hasta 1997, cuando él era presidente de Castilla-La Mancha, y ha manifestado su especial emoción por estar en Toledo, el lugar donde se desarrollan muchos de los hechos narrados.
Ha advertido de que en esas páginas no se van a encontrar aspectos de su vida privada ni «almíbar o peras en dulce», sino sus apuntes sobre distintos aconteceres de la vida política cuando se cerraban los micrófonos.
«He querido reivindicar así la política en ese ámbito de menos luces» donde se manifiesta la condición humana tal cual es, con momentos sublimes y otros miserables.
Bono ha relatado algunas anécdotas, como cuando volvían del entierro de Ramón Rubial y Alfredo Pérez Rubalcaba ve el avión lleno de dirigentes del PSOE y dice: «me dan ganas de bajarme del avión porque si os estrelláis, os sustituiré a todos vosotros. Y la verdad es que no se estrelló el avión pero acabó sustituyéndonos a todos nosotros».
En su diario habla también del Rey, de quien dice que queda retratado como un personaje «tremendamente humano».
«Yo, a los reyes, los prefiero frágiles a soberbios, arrepentidos a arrogantes, cercanos a estirados y sobre todo los prefiero humanos a divinos, y así es como creo que queda nuestro rey, como un personaje tremendamente humano, y así es como los españoles lo valoran y lo quieren».