La Consejería de Educación ha comunicado a los servicios sociales y a la Fiscalía la reapertura hoy, a cargo de los padres de los alumnos, de la escuela rural de Cañada del Hoyo (Cuenca), por considerar que se trata de un «claro caso de absentismo escolar consentido». Así lo ha confirmado hoy el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, antes de inaugurar oficialmente el Centro Regional de Formación del Profesorado. Marín, a preguntas de los periodistas sobre la reapertura de la escuela que la Junta cerró al comienzo del curso escolar, ha pedido «sensatez y responsabilidad» a los padres y al Ayuntamiento para que escolaricen a los niños de la localidad en el centro de Carboneras de Guadazaón, a 17 kilómetros de Cañada.
El consejero ha explicado que lo que está ocurriendo en Cañada se trata de un «claro caso de absentismo escolar consentido» por parte de los padres y, por ello, se ha puesto en conocimiento de los servicio sociales y de la Fiscalía «para que tomen cartas en el asunto».
La escuela rural de la localidad conquense permanecía cerrada desde el pasado 19 de septiembre al ser clausurada por la Inspección de Educación y hoy la han reabierto los padres de los alumnos, quienes han recibido clases de las propias madres.
El titular de Educación ha dicho apostar «por la escuela rural, con mayúsculas», en este caso el centro de destino al contar «con más medios, mejores profesores y mayor calidad en la enseñanza».
Ha subrayado que no hay ahorro económico «porque hay que poner línea de transporte» y ha pedido «sensatez y responsabilidad» al Ayuntamiento y a los padres para que «no nos obliguen a ir a más».
Sobre las consecuencias, por la reapertura del centro escolar, Marín ha sido concreto: «se les están privando de un derecho básico y fundamental, como es la educación, y serán ellos (servicios sociales, Fiscalía) quienes determinen las sanciones pertinentes».
«El centro está cerrado y tienen que ir al centro de destino, donde hay habilitado ya transporte escolar, hay maestros y todos los medios están preparados para recibirles», ha aseverado Marín, quien ha lamentado que los niños «están perdiendo unas preciosas semanas de educación».
Ha reiterado que lo mejor para recibir «una educación de calidad» es el centro de destino, «como ocurre en el resto de las otras 60 aulas unitarias que se han cerrado», al poder disponer de «más medios, profesores y, por tanto, con más futuro a la hora de educarse y encontrar a la larga su salida profesional».
La Consejería de Educación cerró el aula unitaria de Cañada del Hoyo porque no tenía los 11 alumnos necesarios para mantenerse abierta cuando se cerró el plazo, y trasladó la escolarización al centro de Carboneras de Guadazaón, a 17 kilómetros de Cañada, pero los padres exigen la reapertura del aula al defender que tienen 13 niños matriculados.