¡Casi iba volando! Porque la Guardia Civil detectó que circulaba a nada menos que… ¡216 kilómetros por hora! Por lo que intentaron interceptar el vehículo y detener a su conductor, lo que no pudieron hacer hasta un mes después puesto que en un primer momento se «les escapó» dada la velocidad a la que iba.
De ahí que el Grupo de Información y Apoyo a Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil de Toledo iniciara las gestiones oportunas para proceder a identificar a su propietario, lo que hizo en unas semanas, y acto seguido fue detenido acusado de un posible delito contra la seguridad vial.
Es un joven de 31 años que responde a las iniciales D.L.O. y que circulaba con un vehículo de alta gama por la autovía A-4 a la altura del término municipal de El Romeral. Fue en ese momento cuando fue captado por una patrulla de la Guardia Civil del sector de Tráfico de Castilla-La Mancha a través de un radar móvil.
Y el radar fue muy claro: circulaba a 216 kilómetros por hora, cuando el límite permitido es de 120. O, lo que es lo mismo, superaba en 100 kilómetros la legalidad. Ahí es nada.