Ocurrió el pasado 5 de mayo en el campo de fútbol del Colegio Salesiano de Guadalajara. Se jugaba un partido de la Liga Regional Cadete entre el Salesiano y el CDE Al-Basit de Albacete cuando el portero del equipo visitante salió a despejar el balón con los puños, cayendo muy mal (el cuello fue lo peor parado) tras el forcejeo con un jugador rival. La caída fue tremenda.
[ze_summary text=»El joven portero cayó muy mal, sobre el cuello, sufriendo convulsiones; permaneció inconsciente un minuto»]El joven portero cayó muy mal, sobre el cuello, sufriendo convulsiones; permaneció inconsciente un minuto[/ze_summary]
El balón se fue por la banda. El árbitro, Sergio del Olmo Cerrada, creía que no había ocurrido nada grave hasta que escuchó un grito en el campo. Estaba a tres metros del portero. Vio que sufría convulsiones y en seguida le atendió. Sabe que en una situación así hay que poner a la persona en posición lateral y abrirle las vías respiratorias. Fue lo que hizo. El muchacho permaneció inconsciente durante un minuto antes de recobrar la consciencia. A los cinco minutos, ya fue colocado por Sergio en posición horizontal.
Un árbitro salvador
El árbitro llamó a los entrenadores de los dos equipos, que acudieron. El portero se quería levantar, quería seguir jugando. Se lo impidió el colegiado salvador. A los 20 minutos llegó la ambulancia, que se llevó al guardameta a Urgencias, donde permaneció hasta las 19 horas de ese día. Tras ello, lo llevaron al Hospital de Albacete, donde las pruebas a que fue sometido resultaron negativas.
[ze_summary text=»Hoy el guardameta solo sufre una contusión en el hombro y vuelve a los entrenamientos esta semana»]