Nada menos que 13 personas han sido detenidas por la Policía Nacional en una operación en la que han desarticulado una organización que robaba coches, los despiezaban y luego los vendían «a trozos», tal y como ha informado la Dirección General de la Policía. El grupo estaba asentado en las provincias de Guadalajara y de Madrid.
Los automóviles robados los llevaban a naves clandestinas para separarlos por piezas y más tarde estas eran transportadas en furgonetas de alquiler a diferentes provincias de España, a Polonia y a Portugal. A través de múltiples anuncios en páginas web de la compañía ofertaban piezas de vehículos con menos de dos años de antigüedad. Los agentes efectuaron nueve registros, se recuperaron 60 vehículos robados además de inhibidores, ganzúas y placas de matrículas.
El robo de un coche llevó a la Policía a pillarlos…
Una organización integrada principalmente por ciudadanos polacos y españoles. La investigación comenzó en septiembre de 2017, cuando a raíz de una denuncia por sustracción de un vehículo que contaba con un dispositivo de localización GPS se averiguó que el automóvil estaba en una zona industrial de Alcalá de Henares, en Madrid.
En ese momento los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones e interceptaron a dos personas cuando pretendían acceder a la nave. Fue allí donde encontraron gran cantidad de piezas de vehículos cortadas y despiezadas, por lo que la nave la utilizaban para modificar y maquillar los números de bastidor, además de cortar y extraer las piezas de más valor.
Como sospecharon que podían formar parte de un grupo criminal, siguieron con la investigación y averiguaron que el grupo estaba asentado en Madrid y en Guadalajara y contaba con una sólida estructura.
Para la empresa de recambios trabajaban dos grupos de ladrones de coches. Uno, especializado en el robo de vehículos de una conocida marca; quienes tras falsificar los elementos identificativos los trasladaban fuera de España a través de conductores de la propia organización. El segundo grupo robaba coches de diferentes marcas para ser despiazados en las naves de las dos provincias citadas.
Los responsables contaban con una empresa en apariencia legal y especializada en la venta de recambios, a través de la que llevaban a cabo la venta de las piezas en su página web.