En su condición de secretario Electoral del PP nacional, el toledano Vicente Tirado fue el vértice del operativo de datos de las elecciones vascas y gallegas para la dirección del partido, reunida en la calle Génova de Madrid y encabezada por la presidenta de CLM y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Desde primera hora dela tarde del domingo estaban todos en Génova a la espera de si las primeras informaciones confirmaban o desmentían las grandes expectativas puestas sobre todo en Galicia y en la figura de Albeto Núñez Feijoo.
Los primeros datos llegaron eran la israelitas, nombre que reciben las encuestas realizadas a pie de urna y que los votantes contestan, si quieren, nada más meter la papeleta. El encargado de pasar los datos de las israelitas y, por lo tanto, el primero que iba sabiendo cómo iba las cosas, de bien en Galcia y de mal en el País Vasco, era Tirado. También coordinaba los datos que mandaban los interventores desde las diversas sedes. Así tuvo la suerte de ser el primero de la dirección nacional el saborear la victoria de Fijoo, pero también el que primero se bebió el trago amargo del retroceso de Antonio Basagoiti.
El presidente de las Cortes regionales y secretario general del PPCLM iba trasladando toda la información a Cospedal, que se encontró toda la tarde reunida y acompañaba por varios ministros del Gobierno de Mariano Rajoy. Concretamente, estaban Alberto Ruiz Gallardón, Cristóbal Montoro, Ana Mato y Fámita Báñez, además de los vicesecretarios del partido, Javier Arenas y Carlos Floriano.