Tino Pérez, allá donde va, triunfa. Este es el cartel del entrenador toledano de fútbol sala Tino Pérez, cuya experiencia italiana está siendo impresionante. Cogió al equipo de la Serie A Acqua & Sapone en febrero y lo ha hecho campeón de Copa ese mismo mes y, por primera vez en su historia, campeón de liga, logrando así el dorado doblete y clasificando además a su equipo para la próxima edición de la UEFA Champions League.
«El equipo quería cambiar la dinámica», dice Tino Pérez desde Italia, encantado con el doblete: «Ha sido inesperado», confiesa, teniendo en cuenta que empezó a trabajar a finales de febrero.
Recuerda que cuando llegó, tuvo que ponerse a trabajar «mañana y tarde» con la mitad de la plantilla más algunos del filial. «Notaron el cansancio y ya todo mejoró cuando llegaron los internacionales», subraya, y añade: «La plantilla era muy buena, tenía mucha calidad, a la que sumaron el sacrificio y la confianza» en su trabajo.
De cara a su futuro, tiene que ponerse a hablar con el club: «La idea es renovar», dice quien salvo imprevisto seguirá en un club al que ha hecho campeón de liga por primera vez en su historia. Con vistas a la Champions, además de valorar que el Acqua & Sapone será el únic equipo italiano que la juegue (por coeficiente), es partidario de «mantener lo que funciona bien». Solo habría recambios si hay marchas.
«Este era un club serio que aspiraba a ganar desde hacía seis años», destaca Tino Pérez, que recuerda que su equipo solo perdió un partido de liga, el segundo desde que él llegó, contra el Luparense, el mismo rival que fue el único que le infringió una segunda derrota, en la Copa Federación a un único partido en cuartos de final.
El toledano (un viajero impenitente por motivos profesionales) se está adaptando muy bien a la vida italiana, aunque admite que el idioma lo lleva «algo más lento». Se maneja bien en los entrenamientos (usando varios idiomas, el ruso, el portugués, el italiano), pero le cuesta algo más en las comparecencias con los medios.
Tino Pérez: suma y sigue
Como rezaba el título de aquella película protagonizada por Jack Nicholson, «Mejor Imposible«.
El Acqua & Sapone se proclamaba campeón de la Serie A de la Divisione Calcio a Cinque después de derrotar por 2-4 en la final a la Luparense de David Marín, conjunto que cede su corona; era el quinto y definito partido, en el que los de Tino Pérez lograban vencer además en la cancha de su rival, superando el siempre importante factor ambiental.