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Son quienes más secretos conocen de todo lo que ha sucedido en las Cortes de Castilla-La Mancha durante los últimos 25 años, pero nunca salen en los periódicos, ni hablan en la radio ni aparecen en televisión.
Son quienes más callan aunque podrían hablar de casi todo lo que ha pasado en la comunidad autónoma, pero los periodistas nunca recogen sus palabras.
Son quienes más horas les echan en las Cortes, pero nunca van en coche oficial ni cuentan con asesores que les ayuden a realizar su trabajo.
Son…
Pues son Inmaculada López-Menchero García, Pilar Gómez Reoyo, Antonio Peces Gómez, Juan Antonio González Barbero, Fernando Ruiz Cristina y Santiago Negro Gómez.
O, lo que es lo mismo, una administrativa, la jefa del negociado de Publicaciones Oficiales, el jefe de Mantenimiento, el jefe de Registro, el encargado de compras y el encargado de Publicaciones.
Todos ellos han recibido el reconocimiento del Parlamento autonómico después de cumplir sus bodas de plata en el convento de San Gil, un homenaje que contó con la presencia del presidente de las Cortes, el «popular» Vicente Tirado; del vicepresidente segundo, el socialista Jesús Fernández Vaquero, otras dos «instituciones» de la casa; y de la secretaria primera, la «popular» Inmaculada López.
«ME QUEDÉ ENCERRADA EN EL ASCENSOR CON UN DIPUTADO DEL PP Y… ¡SE PUSO ROJO!»
No es una broma, no… Fue lo que le sucedió a Inmaculada López-Menchero, de 48 años y natural de Ciudad Real, la administrativa del grupo, quien nos contó que en una ocasión, hace ya varias legislaturas, «lo pasé fatal porque encerrada en el ascensor junto a un diputado del PP… ¡Que se puso rojo!».
El diputado era el albaceteño José Rieta, quien fuera uno de los hombres de confianza del exdirigente «popular» José Manuel Molina.
No acabó ahí la historia, puesto que cuando fueron a «rescatarlos», el ascensor se había atascado de tal forma que quienes abrieron las puertas desde fuera lo único que veían eran las piernas de los dos protagonistas, «¡y yo ese día llevaba una falda corta y se me veía todo!». Ja, ja, ja… Lo recuerda con humor, como debe ser.
«BONO SE QUEDÓ FUERA DEL SALÓN DE PLENOS Y NO LE DEJÉ ENTRAR»
Olé y olé. ¿Y esta anécdota? Pues quien la vivió en primera persona fue Antonio Peces, quien comenzó como ujier y ahora es jefe de Mantenimiento. Todo un clásico en el edificio. Tiene 53 años y es de Cuerva (Toledo).
Lo recuerda entre muy serio, porque era lo que tenía que hacer, y la sonrisa en el rostro. «Dejé a José Bono fuera del salón de Plenos porque llegó tarde a una votación y si no estás dentro has de quedarte en los pasillos, no puedes pasar. Él intentaba abrir y yo tenía agarrado el abridor, pero el reglamento es claro».
Y es que, para quienes no lo saben, una vez que el presidente de la Cámara dice que se cierren las puertas para proceder a la votación, ningún diputado puede salir… Ni entrar, claro.
«Pero esto les ha pasado a muchos diputados, que han llegado tarde y…».
«A UN UJIER SE LE OLVIDÓ COMENZAR A GRABAR UNA COMISIÓN Y SE PUSO A GRITAR A LOS DIPUTADOS: ¡NO PUEDEN EMPEZAR!»
La anécdota se la cuenta Santiago Negro, 51 años y natural de Bargas, a este periodista. Santiago, ya se lo digo, es el encargado de Publicaciones y un cachondo en toda regla. «Una vez un ujier…». Acto seguido empieza a mirar a Antonio Peces y comienza a reírse. Porque ese ujier era Antonio.
«Los ujieres son los encargados de grabar las Comisiones, pero ese día empezaron los diputados y a él se le olvidó dar al botón de la grabación. Cuando se dio cuenta salió de la cabina y en la sala empezó a gritar a los diputados: ¡Que no puede empezar todavía la grabación! Ja, ja, ja… El presidente de la Comisión se lo tomó a bien y tuvieron que empezar de nuevo, menos mal que sólo llevaban unos minutos…».
«ANTES, LOS POLÍTICOS Y NOSOTROS ÉRAMOS COMO UNA FAMILIA, NOS ÍBAMOS DE CAÑAS…»
A Pilar Gómez, 49 años y toledana de toda la vida, no es fácil sacarla todos los «secretos» que guarda después de tantos años en las Cortes. Jefa del negociado de Publicaciones Oficiales, recuerda que al principio, hace 25 años, los trabajadores y los políticos «formábamos una gran familia y nuestras relaciones con ellos eran diferentes a las de ahora».
Era cuando todos hacía de todo, cuando los boletines se redactaban con máquina de escribir y se montaban a mano.
Y recuerda de forma especial a la única presidenta mujer que han tenido las Cortes regionales, la socialista María Blázquez, «para mí ha sido la más cercana con nosotros. Era la época en la que trabajadores y políticos nos íbamos de cañas, a cenar…».
Tiempos aquellos…
«ES VERDAD, ANTES TENÍAMOS MÁS RELACIÓN CON LOS POLÍTICOS»
Juan Antonio González se reafirma en las palabras de su compañera y también lo tiene claro. «Es verdad, antes teníamos más relación con los diputados, quizás porque eran otros tiempos y menos gente en las Cortes».
51 años y natural de Sonseca (Toledo), es también uno de los históricos, de los indispensables en un Parlamento regional que ha cambiado mucho desde que en sus inicios celebrara sus primeras sesiones en el castillo de San Servando.
«ESTABA DE CAMARERO EN SAN SERVANDO Y HE TERMINADO DE ENCARGADO DE COMPRAS»
El último de los históricos de las Cortes de Castilla-La Mancha es Fernando Ruiz, 51 años, toledano y encargado de compras. Es curioso, porque él estaba de camarero en el castillo de San Servando cuando el Parlamento, en sus primeros años de vida, se instaló allí.
Lo que aprovechó para «hacer carrera», porque al final aprobó unas oposiciones y se quedó. Ha comprado todo lo necesario para equipar los dos edificios actuales y recuerda que en esos primeros años «hacíamos de todo, incluso armando boletines con el actual letrado mayor, Manuel Mirón«.
Seis vidas, seis historias diferentes, pero con un punto en común: los 25 años que llevan en las Cortes regionales.
Como les contaba, si algún día ellos también hablarán…
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