Será el próximo 21 de julio en Chicago (Estados Unidos) cuando la investigadora toledana Sylvia Ortega presentará su estudio «Neurogénesis: cómo la formación de nuevas células cerebrales es clave para una vida sana», en un evento mundial que reunirá a 12 ponentes, todas mujeres, en el Soapbox Science (soapboxscience.org/soapbox-science-2018-chicago/) y que se celebra por primera vez en el país americano. Un trabajo en el que, «de forma divulgativa, expondré diferentes bloques temáticos sobre mi trabajo: mi carrera científica, descifrar el cerebro y la neurogénesis como proceso clave para una buena salud mental».

Sylvia Ortega ya protagonizó en septiembre de 2015 un reportaje en encastillalamancha.es, cuando «descubrimos» a este talento que trabajaba en el exilio con «neuronas» porque, por desgracia, en España no tenía ninguna opción. Ya entonces esta neurocientífica nos decía que, muy a su pesar, «toda mi formación y mis futuros méritos se los lleva otro país».

La investigadora toledana está en la Universidad de Chicago, la novena mejor del mundo

Ahora vuelve a estas páginas porque su carrera continúa fuera de España, en estos momentos en la Universidad de Chicago desde julio de 2017 (en el último ránking aparece como la novena mejor universidad del mundo), con un proyecto centrado «en el rol de la neurogénesis en la enfermedad del Alzheimer». Y continúa con éxito porque, además, el 8 de mayo pasado recibió un premio sobre comunicación científica, «The AAI Young Investigator Award».

Ella tiene claro que «es imprescindible que las mujeres alcancen una mayor visibilidad y tengan mayores oportunidades como altos cargos en el mundo de la ciencia. Porque a pesar del alto número de mujeres con formación universitaria, son pocas las que en su trayectoria profesional alcanzan un puesto de dirección».

Y que la ciencia «necesita más divulgación para llegar a todos los públicos. Necesitamos crear un mayor interés en la sociedad para que se entienda la necesidad de invertir en ella; se necesita normalizar el mensaje científico para que se tenga presente lo que la ciencia puede aportar a la sociedad».

Soapbox Science es una organización que fundaron las doctoras Seirian Sumner y Nathalie Pettorelli y cuyos primeros eventos se remontan a 2011. Hasta 2013 fueron anuales, pero a partir de esa fecha el número ha aumentado de forma considerable. De hecho, en 2018 habrá 26 repartidos por todo el mundo, 17 de ellos en Gran Bretaña y el resto, 9, por el resto del planeta.

Sylvia acabó su tesis internacional en neurociencia en Madrid hace cinco años y consiguió, inmediatamente después, una beca postdoctoral en Francia. Más tarde trabajó en Finlandia y ahora se encuentra en Estados Unidos, aunque su sueño sigue siendo tener una oportunidad para demostrar su talento en España.

Y cuando habla de la neurogénesis o formación de nuevas neuronas en el cerebro se le nota la pasión por lo que hace y para lo que se ha preparado con mucho esfuerzo. Esa formación de nuevas neuronas «es lo que he decidido llamar nuestro gimnasio cerebral, que tiene la capacidad de ser modulable. Hay actividades de nuestra vida diaria que pueden perjudicar o favorecer este gimnasio cerebral, por lo que es imprescindible ejercitarlo…».

Tiene claro que el alcohol, las drogas o la falta de sueño «nos llevan a un declive en ese gimnasio, mientras que otras actividades como el aprendizaje, la memoria, el ejercicio, la socialización o el amor favorecen nuestra neurogénesis. Y es importante porque se sabe que este proceso está alterado en la mayor parte de las enfermedades neurodegenerativas y neuropsiquiátricas. Y, en consecuencia, una buena neurogénesis es requerida para una buena salud mental».

No termina ahí su periplo veraniego, puesto que otra de las actividades divulgativas que tiene es uno de los eventos que se conocen como «Clubes de Ciencia», que tendrá lugar en México. Ella participará en el de Chihuahua. Y está trabajando en un artículo sobre el alzheimer…

Su cabeza no para… Y su sueño sigue estando en España, el país donde los científicos carecen de las oportunidades que se merecen. Como el caso de Sylvia…