«¡Esto va a ser una guerra civil…!» o «¡Qué desastre…!», se escucha decir en las bases y cuadros medios del PP. Y es que la batalla está servida en el Partido Popular de la provincia de Toledo. El hecho de que María Dolores de Cospedal quedara fuera del duelo final por la presidencia del partido ha hecho que las tensiones y los bandos internos que dejó la pérdida del poder autonómico y provincial en 2015 hayan estallado abiertamente a solo cuatro días del Congreso Nacional, el que decidirá si el sucesor de Mariano Rajoy como presidente del PP es Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Casado. Tizón contra Cospedal y Tirado, esa es la cuestión.
Oídos sordos a las instrucciones de Cospedal y Tirado, lo impensable pasa a ser un hecho
La carta que el secretario general del PP de Toledo, Emilio Bravo, remitió ayer a los medios mostrando su apoyo abierto a la exvicepresidenta fue el pistoletazo de salida. Hoy se ha conocido que Sáenz de Santamaría hará campaña mañana 18 de julio en Toledo. Fue el primero en desoír las instrucciones de Cospedal, algo impensable hasta prácticamente ayer mismo.
Cospedal dio orden al PP castellano-manchego de trabajar por la candidatura Casado. Ella misma la ha apoyado públicamente como una «magnífica opción». La estructura de mando regional del PP y la de cada provincia trabajan para conseguir que los casi 250 compromisarios de CLM en el Congreso Nacional voten a Casado.
La rivalidad entre Cospedal y Sáenz de Santamaría no ha dejado lugar a la duda ni un solo minuto. Desde la noche de la primera vuelta, en la que Cospedal quedó tercera y, por lo tanto, fuera de la carrera por la presidencia de su partido, la secretaria general lo tenían claro: apoyaría a Casado para impedir que Santamaría llegara al poder. Cuestión de supervivencia. Y no de Cospedal, que tiene decidido dejar la política cuando pase el Congreso. Pero antes intentará impedir que sea su eterna rival la que se haga con el mando y, además, dejar a su gente en buena posición con Casado.
Jaime Ramos, diputado provincial al lado de Cospedal
En ese diseño, hace días que la rumorología interna en el PP toledano habla de que Arturo García-Tizón y sus fieles -básicamente los diputados provinciales– empezaban a moverse a favor de Soraya Sáenz de Santamaría. Además, casi todos los diputados provinciales son compromisarios en el Congreso Nacional. Y alcaldes, lo que les da notable influencia sobre las agrupaciones locales del partido. En ese contexto, el alcalde de Talavera Talavera, Jaime Ramos, se sale del guión para permanecer al lado de Cospedal y Tirado.
Tizón, abogado del Estado como Cospedal y Sáenz de Santamaría, se llevaba bien con ambas desde mucho antes de que acabaran siendo las mujeres más influyentes y enfrentadas de la política española. Y consiguió mantener ese ascendente cuando la guerra estalló entre las dos en 2008 con la llegada de Cospedal a la Secretaría General del PP.
La pérdida de poder en 2015 acabó generando dos bandos en el PP de Toledo
Sin embargo, la pérdida de poder en la Junta y en la Diputación de Toledo, acabó generando dos bandos en esta provincia, los del Cospedal yTirado, mayoritarios; y los de Tizón, organizados en torno al Grupo Popular en la Diputación. La división trató de superarse en el XIII Congreso Provincial, en mayo de 2017, convirtiendo a José Julián Gregorio en presidente del partido y a Emilio Bravo en secretario general , disuadiéndole de que presentara candidatura alternativa. Ahora, el número uno está con Casado y el dos con Sáenz de Santamaría.
La unidad era en falso y el problema no solo no se resolvió, sino que se ha agravado en el último año, porque en la práctica cada bando ha ido por su lado.Y ahora, con Cospedal, fuera del poder y casi fuera de la política, cada parte va con un candidato. Pronto se conocerá el bando ganador, aunque muchos se temen que pase lo que pase en el Congreso Nacional, aquí las espadas seguirán en alto.
«Esto va a ser una guerra civil», dicen las bases.