El último libro de Sagrario Pinto es una obra de teatro infantil que habla de sarcófagos, faraones y momias, precisamente ahora que se cumplen 90 años del descubrimiento de la tumba de Tutankamón, pero también es un libro para que los niños conozcan el género dramático, ejerciten la memoria e improvisen.
Sagrario Pinto, escritora talaverana afincada en Madrid desde hace varias décadas, se considera ante todo «maestra» aunque arrastra una larga trayectoria literaria como autora de libros de poesía y literatura infantil y juvenil, y libros didácticos en los que conjuga educación y literatura.
Pinto ha hablado con Efe sobre ‘Momias en Tránsito’, que acaba de publicar Edelvives en su colección Ala Delta, y ha destacado el dato «curioso» de que uno de los personajes clave del libro es Carol Carter, la supuesta nieta de Howard Carter, descubridor de la tumba del faraón egipcio Tutankamón el 4 de noviembre de 1922.
‘Momias en tránsito’ surgió hace un tiempo, cuando su autora viajaba en una barcaza por el Nilo, pero lo escribió años más tarde en Madrid, a raíz del saqueo del Museo Egipcio de El Cairo (2011).
No es nuevo que la cultura egipcia, sus misterios y todo lo relativo a momias, jeroglíficos y pirámides fascina a niños y mayores.
Pinto argumenta una de las razones que pueden darse a esta atracción: «los antiguos egipcios son el pueblo que con mayor valentía ha mirado cara a cara a la muerte; toda su cultura no tiene otro sentido que preparar a ese tránsito que es la vida para asegurarse una salud perpetua en la eternidad».
Pese a esta relación con la muerte, el libro utiliza mucho el sentido del humor, en las situaciones y en el propio lenguaje (el faraón Yamesé II suele empezar muchas de sus frases con un «ya me sé..»).
La historia es divertida, pero incluye datos bien documentados sobre el antiguo Egipto y alusiones a personajes históricos, como los propios faraones o Howard Carter, y a figuras de nuestros días (Indiana Jones).
La autora explica que la elección del género a la hora de escribir no es premeditada, porque lo que realmente se impone es «lo que quiero contar», pero en este caso tuvo claro desde un principio que un diálogo entre momias es, en sí mismo, algo teatral.
También es cierto que Sagrario Pinto lleva años interesada por el teatro y considera que «sigue siendo el gran olvidado» en las publicaciones de literatura infantil y juvenil.
En su opinión, el teatro es importante en la escuela: favorece la interrelación entre los alumnos y el trabajo en equipo, estimula la memoria, hace que los pequeños alumnos aprendan a leer con la entonación correcta y les enseña a utilizar la capacidad de improvisación, algo «que les vendrá muy bien para resolver las dificultades de su vida cotidiana», apunta.
Todo ello sin citar que los niños son «actores natos» que cuentan con poderosas herramientas, como son la imaginación y su capacidad de asombro.
Sagrario Pinto considera importante introducir el teatro a partir de los tres años y lo dice desde la experiencia de haber escrito numerosas escenas teatrales para niños de 3, 4 y 5 años. «Y te puedo asegurar que les encanta», afirma.
La escritora habla desde su experiencia como coautora del método de Educación Infantil ‘Cachalote’ (Anaya), que propone recuperar la literatura desde los primeros años del alumno e incide en la inteligencia emocional para aprender, desde pequeños, a reconocer las emociones propias y ajenas.