La Guerra Civil en Toledo vuelve a ser el tema central de nuevas fotografías antiguas publicadas recientemente por el blog Toledo Olvidado, un patrimonio gráfico que se une a la extensa colección de imágenes que sobre la ciudad Eduardo Sánchez Butragueño -el autor del blog- ha ido reuniendo a lo largo de años de investigación y búsqueda.
En esta ocasión da a conocer una serie de instantáneas tomadas en septiembre y octubre de 1936, justo tras la llegada de las tropas sublevadas a Toledo, y firmadas por un misterioso fotógrafo, Claudek.
Sánchez Butragueño explica que estas fotografías se encuentran en la casa-museo de los Mártires Claretianos de Barbastro (Huesca) y que otras tantas fueron halladas en el libro titulado «L´Horreur Rouge en terre d´Espagne», escrito por V. de Moor, un libro que arroja luz sobre la verdadera identidad de Claudek.
Para llegar a resolver este misterio, Toledo Olvidado narra en primer lugar que V. de Moor era en realidad Robert Ghislain de Moor, nacido en Bruselas el 4 de abril de 1889, «todo un polifacético personaje con una vida de película: sacerdote, scout, misionero, viajero y propagandista anticomunista». Tras participar como voluntario en la primera Guerra Mundial, siendo profesor de religión en Etterbeek (Bélgica), conoció a la condesa británica Claude-Marguerite de Kinnoull, una bella joven nacida en 1904, de quien – tras convertirla al catolicismo (era anglicana) en 1928- «se convirtió en su maestro y padrino» y ella acabó siendo «la financiadora de sus increíbles proyectos y en su más estrecha colaboradora».
En 1936, con el estallido de la contienda en España, ambos llegan a nuestro país y permanecen aquí seis meses. Es el origen del libro «L´Horreur Rouge en terre d´Espagne», ilustrado con fotos de Claudek, quien -tal y como apunta Sánchez Butragueño- era el pseudónimo de la condesa, autora de las fotografías de Toledo y de otras tantas tomadas en diversos puntos del país.
Soldados ascendiendo por las ruinas del Alcázar, una iglesia de la Magdalena destruida…
Tanto las fotografías de Barbastro como las del libro muestran numerosos detalles de la batalla en Toledo. Así, destaca la de los soldados ascendiendo por las ruinas del Alcázar y aquella en la que aparecen otros haciendo el saludo fascista. Una vista de la iglesia de la Magdalena destruida, otra del Alcázar tomada desde una azotea cercana a Zocodover y una más de la Catedral captada desde el Alcázar dan cuenta de cómo quedó la ciudad tras el intercambio de la artillería.
Claudek llegó a fotografiar en la iglesia de la Magdalena un cadáver del que se dice pertenece a un sacerdote, el cual mantiene juntas las manos en posición de oración. También es curiosa la foto de las pintadas hechas por los milicianos izquierdistas en el colegio de los Maristas -que quedó totalmente destruido, como muestra otra instantánea- y un fotomontaje de dos imágenes: la plaza de Zocodover destruida y un coche con crucifijo junto al que posa un soldado.