La vida de Javier se truncó hace dos años cuando, regresando a Toledo después de unas vacaciones, un coche perdió el control en una curva y chocó contra el suyo, obligándole a salir de la carretera. En el accidente se rompió los dos fémures y tuvo fracturas en tres costillas, en el talón y en el tobillo izquierdo, siendo la peor pérdida, sin duda, la de su mujer.
Después de tres meses en el hospital y de varias operaciones, llegó el momento de comenzar la rehabilitación física. Fueron otros tantos meses de ejercicios, de piscina… hasta que los médicos le dijeron que ya no se recuperaría más. Javier necesitaba muletas para caminar, no podía mantenerse en pie durante mucho tiempo y sufría dolores, unas circunstancias que le hacían mirar el futuro con pesimismo.
Hundido emocionalmente, deprimido por la falta de su mujer y con episodios post-traumáticos, llegó el día en que se dio cuenta de que, si existía alguna posibilidad de mejorar, necesitaba más terapia física. Fue entonces cuando descubrió en el centro Akro Center el método Pilates, gracias al cual pronto pudo darse cuenta de que le ayudaría en su recuperación, tanto que en solo cuatro meses ya podía ir caminando sólo a la clínica y ser autosuficiente. Hoy puede conducir, ha vuelto al mercado laboral y emocionalmente ha experimentado igualmente un gran cambio.
Su historia la ha publicado Akro Center Toledo como ejemplo de los muchos casos complejos que llegan a sus instalaciones y como prueba de que nunca hay que perder la esperanza.