El 92,09 por 100 de la provincia de Guadalajara se sitúa a la cabeza de los desiertos demográficos de Europa, con una densidad de 4,30 habitantes por kilómetro cuadrado, según se desprende del estudio realizado desde el Instituto Serranía Celtibérica por la investigadora experta en Sistemas de Información Geográfica (GIS), Pilar Burillo, al elaborar el mapa de la despoblación de España.
Estos datos fueron dados a conocer por el promotor del proyecto Serranía Celtibérica contra la despoblación, Francisco Burillo, en un acto celebrado en Cifuentes con alcaldes y representantes de asociaciones de la provincia para constituir la sección de Guadalajara de la Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica. En la reunión, dicho Ayuntamiento aceptó ser la sede permanente de esta sección provincial.
Para el desarrollo de las actuaciones inmediatas se eligió como coordinador a Mariano Rojo, socio fundador de la Federación de Asociaciones Alto Tajo (Arbeteta, Armallones, El Recuenco, Peñalén, Peralveche, Zaorejas, Poveda de la Sierra y Villanueva de Alcorón); como secretaria a Natalia Díaz, directora de documentales de Antropología Social y gestora de Patrimonio Cultural, de Henche, en la Alta Alcarria; y, como encargado de comunicación, a Alfredo Ayuso, gestor informático y de comunicación de Luzaga, en la Serranía de Guadalajara, según ha informado Serranía Celtibérica en nota de prensa.
La primera acción será reunir el próximo viernes a las personas vinculadas con el territorio de Guadalajara que desde el 2014 han manifestado su apoyo al Proyecto Serranía Celtibérica con el fin de constituir un grupo coordinador para la captación de socios y simpatizantes que quieran comprometerse en desarrollar estrategias que supongan revertir la lacra de la despoblación
Según explicó Francisco Burillo, dentro de la Serranía Celtibérica, Guadalajara es el territorio que presenta la situación más extrema de las 10 provincias que la configuran, ya que sus 264 municipios ocupan un área de 11.303,81 kilómetros cuadrados, lo que supone el 92,90 por 100 del territorio, pero solo tiene 48.611 habitantes -el 19,16 por 100 de toda Guadalajara-, y una densidad de 4,30 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los 237,57 habitantes por kilómetro cuadrado concentrados en el corredor del Henares.
«Si consideramos que en Geografía Humana se califica de ‘Desierto Demográfico’ a los territorios por debajo de 10 habitantes por kilómetro cuadrado, habrá que crear un nuevo término que refleje la situación terminal de este territorio», señaló Burillo. «La situación extrema a la que ha llegado el área despoblada de Guadalajara precisa una nueva carta puebla, un fuero en el marco de la legislación de la Unión Europea que suponga un trato discriminatorio positivo en lo económico y en lo fiscal, como única fórmula para revertir la lacra de la despoblación», añadió.
Respecto al tema económico, Burillo explicó que la comunidad de Castilla-La Mancha es la única de las cinco autonomías de la Serranía Celtibérica que ha resuelto la Proposición no de Ley de las Cortes Generales de 2015 que señalaban la aplicación a la Serranía Celtibérica la quinta Inversión Territorial Integrada (ITI).
«La ITI de Guadalajara -explicó- precisa la elaboración de un Plan de Desarrollo para el periodo 2018-2020 que contemple además de la puesta en valor de su patrimonio ambiental y cultural, la inmediata instalación de fibra óptica en todos los pueblos, para poder tener banda ancha en todo el territorio con velocidades de hasta 300 Mb, como forma inmediata de generar empleo.
También reclamó que la ITI de Guadalajara sea proporcional a las ya anunciadas para la ITI de Talavera y su comarca, que con una extensión de 3.842 kilómetro cuadrado y una densidad de 36 habitantes por kilómetro cuadrado ha recibido cerca de 60 millones de euros con la finalidad de llevar a cabo proyectos relacionados con la conservación y puesta en valor del medio ambiente.
En materia fiscal, «el nuevo fuero para la Serranía Celtibérica debe suponer la aplicación del artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, cuya finalidad es reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones, ya que como región despoblada con desventajas naturales, rural remota y de montaña, debe recibir un trato similar al de las Islas Canarias como Región Insular y Ultraperiférica -un IVA del 7 por 100 y un impuesto de sociedades del 4 por 100- que, junto con ayudas en la PAC, a los residentes y bonificación en sueldo e IRPF a personal de la administración ha permitido un crecimiento inusitado de su población, duplicando la media de España, en las islas».