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viernes, 22 de noviembre de 2024
Congreso Regional del PP - 10 septiembre 2018 - Toledo
Mar G. Illán Mar G. Illán

Las declaraciones de Antonio Román a Santiago Barra, y publicadas en guadalajaradiario.es, no dejan lugar a dudas: Yo creía que hoy (por el viernes 7, cuando se celebró la reunión de la Junta Directiva Regional del PP en Toledo) era un día triste porque María Dolores de Cospedal ha decidido dar un paso al lado. Este partido le debe mucho a ella, pero se ha pasado inmediatamente a la presentación de una candidatura que parece impuesta por algunos”.

Vamos, que la mayoría de los miembros de la Junta Directiva pensaban que iban a una despedida, la de Cospedal; y se encontraron con un bautizo, el de Paco Núñez, alcalde de Almansa y presidente provincial del PP de Albacete, el elegido y el favorito de los jefes para tomar el relevo al mando del PP de Castilla. En definitiva, el candidato del aparato como delfín de Cospedal, porque lo sucedido en el PP en España desde la moción de censura ha alterado también la hoja de ruta en la que todo estaba listo para que las riendas las cogiera Tirado.


La sucesión de Cospedal, cocinada entre pocos

Felicito a Santiago Barra, un periodista con mucho olfato y oficio, por las oportunas declaraciones. Todo el mundo se está preguntando qué van a hacer él y Rosa Romero. Ya lo sabemos:van de la mano. Ambos se levantaron en la Junta Directiva, supongo que molestos al ver que el plato de la sucesión de Cospedal se había cocinado sin ellos, y adelantaron que no descartaban presentar candidatura. Lo que viene a decir Román es que si finalmente la dan, iran juntos.

Aunque falta decidir quién encabeza y si finalmente se deciden a tirar contra el peso y el poder del aparato, que en el PP de Castilla-La Mancha es mucho. Además, la popularidad de Rosa Romero y la de Antonio Román no es la misma entre los afiliados del PP, que en general ven con mejores ojos al alcalde de Guadalajara, un ganador que siempre ha llevado votos a la cesta de su partido, tanto locales como autonómicos.

Era Antonio Román quien encabezaba la candidatura autonómica en Guadalajara cuando Cospedal ganó en esa provincia las autonómicas de 2011. Y no fue casualidad que ella le pidiera ser el número uno.

En realidad la sucesión de Cospedal se ha cocinado sin Román, sin Romero y sin muchos más. De hecho, sin la mayoría. Es una decisión de Cospedal, Vicente Tirado y los presidentes provinciales: José Julián Gregorio, Ana Guarinos, Paco Cañizares, Benjamín Prieto y el propio Núñez.


Las cosas en el PP de Castilla-La Mancha no son unánimes. Pero no lo son para nadie. Ni para los del aparato ni para los que se presentan como su alternativa. A nadie se le escapa que ir contra los que mandan en el PP de Castilla-La Mancha y en el de cada una de las provincias es una misión muy complicada de llevar al éxito. Pero también saben todos que cuando los afiliados hablan cualquier cosa puede pasar.

Esperan días de nervios y tensión para ver cuál es el desenlace. Si hay varios candidatos o una sola lista negociada que dé apariencia de unidad. Sea cuál sea, si el PP quiere volver a gobernar en Castilla-La Mancha tendrá que empezar a hacer las cosas como los partidos del siglo XXI. Y eso implica asumir la democracia interna frente a los dedazos.

[ze_image id=»263520″ caption=»Rosa Romero y Antonio Román, durante la celebración de la Junta Directiva Regional del PP de CLM en Toledo.» type=»break_limited» src=»http://ecmadm.encastillalamancha.es/wp-content/uploads/2018/09/Romero_y_Roman_.jpg» urlVideo=»» typeVideo=»» ]

 

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