La crisis económica no se ha traducido hasta el momento en un aumento de los casos de menores declarados en situación de desamparo, pues a fecha de 30 de junio de 2012 el Gobierno de Castilla-La Mancha tenía bajo su tutela a 1.045 niños, un 3 por 100 menos que el año anterior.
Y además se da la circunstancia de que en 2009, segundo ejercicio ya en situación de crisis económica, el número de menores tutelados era prácticamente igual (1.047) al existente tres años después, según los datos solicitados por Efe a la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha.
Según el departamento dirigido por José Ignacio Echániz, el número de menores tutelados por la Junta en 2009 experimentó una ligera subida en 2010, hasta llegar a los 1.103, si bien volvió a descender hasta los 1.078 en 2011.
Esta evolución a la baja se ha registrado también en los primeros seis meses de 2012, periodo en el que se han formalizado 103 nuevas tutelas, frente a las 225 contabilizadas en 2011 y las 231 de 2010.
En este apartado destacan las 431 tutelas formalizadas en 2009, un 46,4 por 100 más de las realizadas en 2010, año en el que, sin embargo, se registró un aumento de 56 niños tutelados.
En todo caso, la Consejería ha hecho hincapié en que, antes de llegar a declarar una situación de desamparo, se activan todos los mecanismos y servicios disponibles para paliar o intentar disminuir la situación de riesgo en que pueden encontrarse los menores, ya que la Ley del Menor de Castilla-La Mancha establece que cualquier medida que se adopte tiene que buscar su interés superior.
Y, por ello, ha recalcado que «cuando se procede a separar a un menor de su entorno habitual es porque es el único modo de garantizar lo mejor para él y para su desarrollo personal y emocional».
De los 1.045 niños que la Junta tenía tutelados a 30 de junio de este año, 645 se encuentran en acogimiento familiar y 400 en residencial, tendencia que tampoco ha variado en los últimos años, pues siempre es mayor el número de acogimientos familiares, que suponen prácticamente el 60 por 100, frente al 40 por 100 de los formalizados en centros.