El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, ha dicho hoy que intentan que las entidades financieras que se comprometieron en su día con la financiación del nuevo hospital de Toledo sigan con el proyecto y que de no ser así la continuidad de la obra se tendría que aplazar.
A preguntas de los periodistas, Echániz ha explicado que hay conversaciones permanentes y visitas a Luxemburgo, donde tiene su sede el Banco Europeo de Inversiones (BEI), con el objeto de fijar esa financiación y no perderla, aunque no depende de ellos, ha dicho.
En este sentido ha explicado que existe en los inversores una desconfianza que ellos no han generado, sino que viene de un proyecto «mal enfocado y dimensionado y peor gestionado» y que están tratando de recuperar esa confianza para mantener las inversiones.
«El problema -ha explicado Echániz- es que el nuevo hospital, por su dimensión, por las ampliaciones y los modificados de la obra, los inversores iniciales de esta infraestructura han tenido desde hace dos años dudas muy razonables de la viabilidad del proyecto».
Por tanto, han tenido «muchos contactos» con las entidades financieras que en su momento respaldaron el proyecto -entre ella el BEI- aunque hasta ahora no tienen resultados definitivos y e la consejería siguen intentando que estas entidades no se desvinculen de la inversión y sigan apoyando el nuevo hospital.
En el caso de que se desvincularan de una inversión de las magnitudes del hospital de Toledo «tendríamos serias dificultades de contar con un socio dada las crisis económica y los problema de financiación».
De no poder mantener esa inversión el hospital no podría realizarse hasta que no haya una financiación más favorable.