La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social de Castilla-La Mancha se eleva al 33,8 por 100, por lo que se sitúa por encima de la media española (26,6 por 100), señala el VIII Informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN), presentado este martes en el Senado, con motivo de la celebración este miércoles 17 de octubre del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
El documento se apoya en el indicador europeo Arope, basado en tres variables: la tasa de riesgo de pobreza -ganancias económicas que no superen el 60 por 100 del ingreso nacional medio-, la baja intensidad del empleo en los hogares y la privación material severa.
Las diferencias entre el conjunto de regiones de la mitad norte y la mitad sur se incrementaron un 36,1 por 100 en 2017 respecto al año anterior, pese a la reducción en el último año de esta tasa a nivel nacional en 1,3 puntos porcentuales.
Así, Navarra con una tasa de 13,5 por 100, La Rioja (14,4 por 100), País Vasco (14,5 por 100), Aragón (15,8 por 100), Asturias (17,2 por 100), Castilla y León (18,4 por 100), Cataluña (19,4 por 100), Cantabria (20,5 por 100), Comunidad de Madrid (20,6 por 100), Galicia (22,6 por 100) y Baleares (24,7 por 100) se sitúan por debajo de la media española.
Por el contrario, Melilla (29,4 por 100), Comunidad Valenciana (31,3 por 100), Castilla-La Mancha (33,9 por 100), Murcia (34,7 por 100), Ceuta (35,8 por 100), Andalucía (37,3 por 100), Canarias (40,2 por 100) y Extremadura (44,3 por 100) se colocan en la parte superior de la tabla.
Esta distribución de la tasa Arope supone «la expresión de una gran diferencia territorial«, que lleva años produciéndose y se ha intensificado desde 2011. La diferencia entre las comunidades autónomas que ocupan los extremos alcanzó su máximo el año pasado hasta los 31,6 puntos porcentuales. La tendencia muestra que la desigualdad territorial se viene intensificando desde el año 2011.
El comportamiento de la tasa Arope fue especialmente positivo en Castilla y León, donde se redujo 4,8 puntos porcentuales, La Rioja (-3 puntos) y Cantabria, Aragón, Ceuta, Galicia, Castilla-La Mancha y Andalucía, todas ellas con retrocesos superiores al 10 por 100 de su tasa anterior.
Por otra parte, se incrementó en la Comunidad Valenciana, Navarra, Cataluña, Extremadura y Baleares. En estas dos últimas el comportamiento del indicador fue «especialmente duro», con incrementos de 8,5 y 5,6 puntos porcentuales, respectivamente.
Canarias, Valencia y Andalucía mantienen los porcentajes más elevados de población en pobreza severa, las tres regiones por encima del 9 por 100. Los porcentajes más bajos se registran en La Rioja, Cantabria y Aragón, con cifras del 1,9 por 100, 2,2 por 100 y 2,4 por 100 respectivamente.