Emiliano García-Page es partidario de negociar con los sindicatos cualquier medida que afecte a los empleados públicos y ofrece diálogo a María Dolores de Cospedal para este tema y para abordar la repercusión en Castilla-La Mancha de la decisión de Esperanza Aguirre de permitir a los comercios de Madrid abrir 24 horas al día los 365 días del año.
Convertido en el socialista castellano-manchego más demandado por los medios, al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, se le pregunta a diario sobre lo divino y lo humano. Su talante cercano y su agenda, que cada día incluye actos en abierto, provoca que los periodistas acerquen sus «alcachofas» a Page como si existiera un imán entre ambos.
Hoy, a eso de las 10 de la mañana y con cinco grados en el exterior, a la orilla del Tajo y delante de las murallas, Page ha sido preguntado por cada uno de los temas que la actualidad nacional y regional había deparado, desde la decisión de Esperanza Aguirre de liberalizar los horarios comerciales en Madrid hasta los paros de empleados públicos convocados por los sindicatos en la Junta o la reunión de alcaldes del PSOE celebrada esta semana en Ferraz, sede nacional del PSOE.
Su postura sobre las protestas sindicales por la bajada de sueldo y el incremento de la jornada laboral a los empleados públicos de la Junta la ha dejado muy clara. Page cree que la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, debería negociar este tipo de medidas con los partidos políticos y con los sindicatos, especialmente con estos últimos. En este sentido, reconoció el papel de las centrales, sometidas, dijo, a una camapaña de desprestigio desde hace meses.
La crisis no puede ser excusa para cualquier cosa o hay que cortar lo que está mal y «no cortar por lo sano, ni cortar lo que funciona bien» opina el alcalde, quien entiende que hay medidas que no son justas y no se deben tomar.
Sobre la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid de permitir la apertura de los comercios 24 horas al día los 365 días del año, García-Page cree que hay que abrir este debate en Castilla-La Mancha, porque una decisión como ésa en la región vecina nos afecta de lleno. Además, se ofreció a la presidenta Cospedal para reflexionar sobre el asunto y tomar medidas.
«Cuando inauguramos el parque comercial Abadía ya dije que habría que hablar de este tema y que se acabaría planteando. La frontera con Madrid nos afecta, unas veces para bien y otras para mal, pero tenemos que reflexionar qué hacer» ante la nueva situación de los horarios comerciales madrileños.