Javier G.M., de 26 años, acusado de agredir con un cuchillo al hombre que mató en 1995 a su padre en el bar ‘El Látigo’ del Polígono de Toledo, será condenado a dos años de prisión, tras el acuerdo alcanzado entre la fiscalía y el abogado de la defensa, por lo que no ingresará en prisión. Se da la circunstancia de que Mariano D.G., el hombre agredido y que en su día fue condenado a 11 años de prisión por matar al padre de Javier, falleció el mes pasado de muerte natural, lo que ha facilitado el acuerdo, que incluye la atenuante analógica por confesión, y que reduce en dos años la petición inicial solicitada por la fiscalía, que era de cuatro años por un delito de lesiones.
La tía paterna del acusado, Cristina García, ha dicho a los periodistas que están «contentos» porque su sobrino, que presenció el homicidio de su padre cuando tenía 10 años, no irá a prisión al carecer de antecedentes penales.
Según ha manifestado la tía, que se hizo cargo de Javier tras la pérdida del padre, su sobrino no ha tenido una vida fácil, pues la enfermedad mental que le fue diagnosticada se agravó por la pérdida de su progenitor.
El padre de Javier murió en 1995 después de que Mariano le asestara una puñalada certera que le afectó a la vena cava, un suceso que el acusado presenció cuando tenía 10 años y que ocurrió en el bar ‘El Látigo’, en la plaza del Poeta Miguel Hernández, del barrio de Santa María de Benquerencia de Toledo.
Años después, en febrero de 2006, Javier, que sabía que el autor de la muerte de su padre había salido de la cárcel, se acercó a Mariano, que estaba sentado en un banco a la altura del polideportivo que hay en la avenida de Santa Bárbara de Toledo.
Sin que se diera cuenta, se fue acercando a él y cuando lo tuvo a un metro, sin mediar palabra, le dio un puñetazo en la cara y, con un cuchillo de cocina que llevaba encima le asestó una puñalada en la espalda, tras lo cual se fue corriendo.
Mariano D.G. tuvo que ser atendido de una herida de unos dos centímetros de longitud en el hemotórax izquierdo.
El joven, que pasó tres meses en la cárcel, fue detenido esa misma noche por la Policía cuando caminaba por la denominada ‘Zona de Contacto’, entre los barrios de Santa Bárbara y el Polígono de Santa María de Benquerencia.