El presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Juan de Dios García, ha pedido al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, mantener una reunión para analizar los problemas de furtivismo relacionados con la caza de galgos que se registran en la región.
En un comunicado de prensa, Juan de Dios García ha dado a conocer que la Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha remitido una carta al delegado del Gobierno instándole a mantener una reunión con él lo antes posible.
Además, a través de esta carta, Juan de Dios García le ha hecho llegar a Jesús Labrador el descontento que existe en parte del sector cinegético de la región, especialmente de las sociedades de cazadores, en relación a este problema y, particularmente, al practicado sobre las liebres con perros galgos.
Según García, esta «caza ilegal» está ocasionando graves daños en la gestión de los terrenos donde se lleva a cabo, donde se están registrando graves pérdidas económicas.
La práctica de esta actividad cinegética ilegal, ha dicho, «está poniendo en serio riesgo a los servicios de guardería privada y a las personas encargadas de la vigilancia de los terrenos».
En este sentido, ha señalado que esto ocurre cuando los encargados de la vigilancia de estos terrenos se tienen que enfrentar a grupos de personas, que en la actualidad «no temen a nada ni a nadie, puesto que son sabedores de su impunidad, gracias a las normativas y leyes actuales».
El problema de la caza furtiva con galgos, ha advertido el presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, es «particularmente grave» en las provincias de Albacete (zona noroeste), Ciudad Real (zona este) y Toledo (comarcas de la Sagra y limítrofes a Madrid).
En estas zonas de la región, ha subrayado, «es donde se suceden los enfrentamientos entre furtivos y los servicios de vigilancia», e incluso, se ha dado la circunstancia de que algunos grupos «se sienten fuertes y amenazan a los miembros de la Guardia Civil, llegando en no pocas ocasiones al enfrentamiento», ha matizado.
Fruto de estos hechos y de las pocas repercusiones que en materia de sanciones tienen los cazadores furtivos, ha añadido García, «tanto los agentes de la autoridad, como los miembros de la guardería rural, se sienten desprotegidos, desanimados y, sobre todo, desmotivados».
Ante esta circunstancia, la Federación de Caza de Castilla-La Mancha considera necesario mantener una reunión con los colectivos afectados, en la que deberían estar presentes representantes del sector cinegético, como la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, la Federación Castellano Manchega de Galgos, Aproca y representantes de las asociaciones de guardería rural privada y miembros de la Guardia Civil.
En esta reunión, ha explicado Juan de Dios García, se podría analizar conjuntamente el problema, de forma que se pudiera coordinar y proponer soluciones al respecto, antes, ha afirmado, «de que se tenga que lamentar alguna desgracia personal, que de no ponerse remedio, con toda seguridad podría acabar produciéndose», ha finalizado.