Una segunda roca procedente de un cometa ha impactado contra la atmósfera esta madrugada y ha generado una gran bola de fuego sobre Castilla-La Mancha, casi 24 horas después y relacionado con otro evento similar ocurrido sobre Andalucía con un fragmento del cometa Encke.
El fenómeno ha sido detectado en el Complejo Astronómico Astrohita, situado en La Hita, en el término municipal de la Puebla de Almoradiel (Toledo), que ha indicado que esta segunda gran bola de fuego se pudo observar a las 4:54 horas de esta madrugada y, de hecho, numerosos testigos vieron cómo una gran bola de fuego surcaba el cielo, con un brillo «bastante mayor que el de la Luna llena».
La bola de fuego estaba relacionada con la registrada la noche anterior y ambas se produjeron como consecuencia de la entrada en la atmósfera terrestre de un fragmento del cometa Encke a más de cien mil kilómetros por hora.
En esta ocasión el impacto de la roca contra la atmósfera tuvo lugar a unos 113 km de altura sobre el oeste de la provincia de Albacete.
La brusquedad de dicho impacto provocó que la roca se volviese incandescente, lo cual originó una gran bola de fuego que avanzó en dirección noreste, sobrevolando Albacete capital y continuando su marcha desde allí para finalizar a una altitud de unos 51 km, sobre el este de la provincia.
Fue precisamente sobre la vertical de Albacete capital cuando la roca incandescente procedente del cometa Encke explotó bruscamente, lo que provocó un gran incremento del brillo de la bola de fuego.
Los fragmentos desprendidos del cometa Encke son en su mayor parte más pequeños que un grano de arena y se cruzan con la órbita de la Tierra durante los meses de octubre y noviembre, produciendo a lo largo de ese periodo varias lluvias de estrellas conocidas como Táuridas.
Sin embargo, los fragmentos que causaron las bolas de fuego de la madrugada del 3 y del 4 de noviembre tuvieron un tamaño muy superior (casi 1 metro de diámetro), motivo por el que su brusco impacto contra la atmósfera produjo un fenómeno inusualmente brillante.
Los astrónomos no descartan que fenómenos similares puedan producirse a lo largo de las próximas noches.